Desde tempranas horas, los jóvenes censistas abocados al Censo Nacional de Población y Viviendas comenzaron a organizarse y a distribuirse las actividades. Todos recibieron los insumos proveídos por el INE. En algunas viviendas son recibidos en el patio, mientras que en otras son atendidos en la calle.
“El cuestionario a completar es largo, pero son preguntas básicas que van a ayudar al Gobierno nacional a conocer la realidad del país; la gente colabora, hay apertura por parte de los ciudadanos. Son preguntas básicas del hogar y de los miembros de la familia lo que consultan”, manifestó la supervisora Elizabeth Méndez.
La mayoría de los jóvenes están entusiasmados por ganar los G. 100.000 como censistas de 10 viviendas en el casco urbano. Los supervisores van a tener un ingreso de G. 200.000. Mientras que por ir al sector rural, los censistas deben recabar datos de 40 viviendas y por dicho servicio recibirán G. 500.000. Los supervisores en dichas áreas recibirán G. 1.000.000.
Asimismo, hay otros voluntarios que a última hora se sumaron porque algunos desistieron del compromiso, como el caso de Noelia Villalba, una de las censistas, quien manifestó que ayer le comentaron que faltaban censistas para uno de los barrios de este municipio, le capacitaron y se integró para colaborar con el país, dijo.
En esta parte del país no se registró inconveniente alguno en el desarrollo del censo y las familias están colaborando y aguardando a los censistas.