Según resaltó el Dr. Marcos Melgarejo, la pequeña Anita “tiene una evolución fantástica” luego del trasplante de corazón que recibió tras estar conectada unos 80 días a un corazón artificial, ya que finalmente en este mes de octubre apareció un donante compatible con ella y ahora va latiendo un nuevo corazón en su cuerpo.
Asimismo, Melgarejo destacó que hay “chances” de que Anita reciba su alta médica en el transcurso de la semana, implicando esto que ella pueda retornar a su hogar.
“Estamos muy expectantes a esto. Existen muchas chances que estemos dando su alta esta semana y es una satisfacción muy grande”, resaltó.
Por su parte, el doctor Diego Gamarra, coordinador de Terapia Intensiva del Hospital Acosta Ñu, había indicado que la pequeña está muy feliz, lúcida e incluso interactuando con sus padres, por lo que también aguardaban que con el pasar de los días se dé su alta.
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El donante de Anita
Una serie de sucesos que algunas personas podrían considerar como producto del azar, pero que la familia de Anita Blaires Capdevilla, de 6 años, considera milagrosos hizo que la pequeña pueda ser operada del corazón la noche del jueves 20 de octubre pasado.
Durante la noche del miércoles, la lluvia caía sobre gran parte del país y en las afueras de Asunción, sobre el viaducto Semidei, un accidente de tránsito se produjo en uno de los carriles que conducen a Loma Pytã. Allí habían chocado dos vehículos, un hecho que no dejó heridos pero sí cuantiosos daños materiales.
En el carril opuesto -el que conduce hacia Campo Grande-, un vehículo se detuvo casi de forma abrupta e imprudente, movido el chofer por la fuerza de la curiosidad, para ver qué fue lo que pasó del otro lado. Esta irresponsable maniobra hizo que un motociclista de solo 20 años, llamado Éver Manuel Meza Calvetti, choque contra la parte trasera del rodado.
El joven salió despedido del biciclo y sufrió fuertes golpes, especialmente en la cabeza, y sufrió un paro cardiorrespiratorio, pero fue reanimado por el personal médico; sin embargo, Éver falleció en horas de la siesta en el Hospital de Trauma. Fue en ese ínterin cuando los padres de la niña Anita recibieron la noticia de un potencial donante de corazón. Todos los parámetros indicaban compatibilidad, pero tanto Sergio Blaires como Norma Capdevila -los padres- mantenían la calma en medio de la esperanza.
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