Hoy, el cardenal Adalberto Martínez hizo honor a la Virgen de la Merced -patrona de los reclusos- en una misa que ofició en la UPIE, atendiendo que el 24 de septiembre es el día de la Virgen de las Mercedes. Previamente a su celebración eucarística, el religioso dijo que es un “día de fiesta” y también aprovechó la ocasión para conocer las instalaciones.
Ya durante la homilía de su misa, Martínez fue recordando su conversación con el papa Francisco cuando estaba en el Vaticano y también habló sobre la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, “Chiquitunga”, quien tuvo la “misión” de ir acercando a Jesús a las personas que más lo necesitaban.
Con esto, recordó que el sumo pontífice le dijo que “la mujer paraguaya es la más gloriosa de América”, y por ello, resaltó que las madres tienen un “rol importantísimo” en cada familia, siendo ella una educadora y transmisora de la fe, hasta llegar a dar la “leche buena” del evangelio.
“Las madres deben abrazar a sus familias, a sus hijos, también los padres, porque desde la familia nacen los niños y jóvenes con la fortaleza espiritual”, resaltó.
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Cardenal Adalberto Martínez sobre la pobreza y las drogas
Asimismo, el religioso reiteró que hay una gran cantidad de pobres en el Paraguay, 300.000 según citó, siendo personas que viven sin poder acceder a alimentos y con muchos niños desnutridos.
Bajo este punto, insistió en que es sumamente importante llegar a compartir el alimento y la “leche buena” con los más necesitados, para evitar así que los niños crezcan vulnerables.
Continuando, dijo que también hay muchos jóvenes adictos a las drogas, siendo un “veneno” que causa estragos, destruye la salud pública y también envenena al corazón y la mente de las víctimas.
“La droga está corriendo en el país con negociantes inescrupulosos, esto debe ser parado porque toda la vida familiar se siente afectada. También sabemos que hay pocos centros asistenciales y de recuperación”, enfatizó.
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Por otra parte, también hizo referencia a las preocupantes casos de abuso sexual en menores de edad, que durante la pandemia de covid-19, aumentó considerablemente la cifra de víctimas.
“Esto daña por toda la vida, genera heridas muy profundas y por eso la familia debe cuidar a los niños, toda la sociedad y la iglesia”, sentenció.
La Virgen María
Finalmente, el cardenal dijo que la Virgen María también tuvo un hijo preso, siendo ella una “madre que siempre está al lado de sus hijos”, siguiendo el “vía crucis sufriente” de Jesús.
Ante esto, dijo que la Virgen María es la madre que cuida a cada uno y por ello, debe ser vista como una fuente de inspiración, ya que mira con misericordia a todos sus hijos, igual si se han “descarrilado o apartado de la palabra”.
Finalizando, dijo que se debe solicitar a la virgen la “fortaleza” para una compañía en el buen camino, finalizando un rezo de la oración de Ave María.
“Hoy recordamos muy especialmente a ustedes, las personas privadas de libertad. Sabemos que son personas creyentes, personas que hacen de Jesús el centro de sus vidas”, agregó.
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