Myriam Ferreira, una alegre y romántica joven de los 70, recuerda “la magia de la primavera” de aquellos años en que recibía flores y serenatas “tan significativas e inolvidables”.
“Las chicas recibíamos flores, ramos, una sola rosa, bouquet en sus distintas formas, el noviecito que seguro ahorraba desde meses antes para llegar con un ramo de rosas rojas, o el compañero de colegio. Eso era tan normal y natural, que nos agasajen a las chicas con ese tipo de detalles”, rememora desde lo más profundo de su corazón.
“Un clavel de la calle nos hacía sentir la reina de la primavera, todo era más sencillo” reflexiona.
Mirando atrás y analizando el paso del tiempo, entiende que una flor tenía mucho significado en un día como hoy, pero años atrás, incluso, tanto como un ramo de los más caros, pero el gesto de regalar flores se fue perdiendo, “quedó reducido a un grupo social más pudiente”.
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Serenatas en primavera
Las serenatas eran una tradición en primavera, pero también en días especiales o simplemente “porque los muchachos estaban guitarreando en casa de alguno e iban a la casa de las chicas”, comenta Myriam, quien tiene presente cómo en su casa eran bien recibidas aquellas serenatas “porque mis padres entendían ese lenguaje juvenil”.
Los conciertos multitudinarios de primavera
Asunción recibía a jóvenes y familias de todo el país en conciertos al aire libre, en plena calle, con libre acceso, así como en las emblemáticas plazas del microcentro.
Uno de los grupos del momento era Los Hobbies, donde su vocalista Emilio García recuerda que tocaban ante unas 10.000 personas o más, que la alegría que transmitía la juventud era inigualable.
Pero las fiestas también se organizaban en el interior del país, en los pueblos, los barrios, los colegios y los clubes sociales o deportivos.
Tanto es así que los Hobbies en el mes de septiembre tocaban más veces de los días que tiene el mes. “Llegamos a tocar 30 o 32 shows en el mes de setiembre del 78 y 79″ recuerda el cantante.
La cantidad de gente era tanta que durante un concierto de primavera el escenario donde se encontraban los Hobbies, se comenzó a mover, porque la gente se agolpaba sobre ellos.
“El escenario tenía un metro de altura más menos y se movía hacia un lado, nos quedamos medio hundidos con la infraestructura, con los instrumentos, fue un susto grande. Tuvimos que bajar todos los instrumentos y armar todo en una plaza pero el show se hizo, fue durante la fiesta de primavera en calle Palma”, rememora García.
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Primavera: “nuestra época fue más colorida que la de ahora”
El maestro Luis Álvarez, que en la década del 70 era integrante de los Hobbies, asegura que “la primavera de cada uno es siempre la mejor, indefectiblemente en nuestra época fue más colorida que la de ahora”.
Comenta que las primaveras de su juventud las tiene bien atesoradas en su memoria y corazón, porque era increíble la algarabía con la que se vivía, especialmente los conciertos en la calle.
“Las primaveras de los 70 fueron un regalo de vida”
Para Myriam Ferreira, el privilegio de haber vivido las serenatas, las palmeadas y las flores de los años 70 son irrepetibles, un regalo de la vida.
Los colegios también eran parte de la fiesta de primavera, con sus desfiles, reinas y carrozas vestidas con flores, en su mayoría naturales.
“En ese momento no sabíamos que lo más hermoso era la juventud que teníamos, eso hacía hermosa a la primavera”, reflexiona.