El cuerpo tenía rastros de golpes en distintas partes además de dos heridas de bala en la cabeza. A simple vista se podía observar un traumatismo de cráneo producido por disparos y presentaba rastros de torturas en los brazos, piernas y nalga, de acuerdo a lo manifestado por el Dr. Marcos Prieto, médico forense de turno.
Agregó que por el estado del cuerpo, la muerte se habría producido entre la noche del domingo y la madrugada del lunes. Se nota, además, que ya no tenía ojos, pero el forense explicó que probablemente fueron comidos por los cuervos; es decir, son heridas post morten.
La desaparición del joven fue denunciada por los familiares el lunes y dijeron que salió de la casa el domingo en compañía de algunos amigos y que luego ya no se supo nada de él.
El joven residía en la fracción San Carlos del barrio Gral. Genes de Pedro Juan Caballero.