Arte contra inseguridad: niños regalan sus obras maestras a transeúntes

Imagínese vivir en un vecindario inseguro, como tantos de Paraguay, donde de repente le salen al paso dos niños que -con pinceles y témpera en mano- intentan robarle una sonrisa. Es lo que hacen dos niños, de 7 y 4 años, del barrio Mburukuja de Asunción, quienes regalan su arte -tiernos trazos plasmados en un papel- a los vecinos que pasan por su vereda, para “hacer que se sientan más seguros”.

Los pequeños Piero y Paz Codas pintan en sus veredas y regalan sus pequeñas obras de arte a los vecinos.
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Muchos tienen bellos recuerdos correteando y jugando en las veredas y calles de pequeños. Hoy en día, en las ciudades céntricas esa es una escena muy difícil de ver, sobre todo debido a la inseguridad. Apenas anoche se viralizó el video de tres niños siendo violentamente asaltados en sus veredas.

El miedo se está esparciendo aún más y muchas familias han decidido cancelar algo tan necesario y común décadas atrás: la posibilidad de que sus hijos salgan a jugar.

Tania Fariña Diaz, una madre del barrio Mburukuja de Asunción, contó que ella y su marido siempre evitan que sus pequeños que salgan a jugar debido los constantes asaltos y la inseguridad reinante. Sin embargo, Piero (7) y Paz (4) aman jugar en la vereda y le hicieron una propuesta imposible de negar.

“Mami, vamos a darle a la gente nuestras obras de arte, para que se sienta bien al caminar por el barrio”, fue la propuesta que dio Piero cuando su mamá le dijo que era muy peligroso salir. Tania no pudo negarse ante tan tierna iniciativa y rápidamente instalaron pequeños puestitos de arte en la vereda.

Piero y Paz Codas empezaron a pintar pequeñas “obras maestras” y a robar sonrisas a todos los vecinos que a diario pasan con mucha prisa. Al recibir los cuadros, no pueden evitar parar sus apresurados pasos unos minutos y tomarse el tiempo para sonreír, en medio de sus ajetreadas jornadas.

Una de las bellas piezas de arte de los hermanitos Codas, quienes regalan sus cuadros a los vecinos, "para hacerlos sentir más seguros".

Una pieza de arte, un pedacito de su corazón

Tania contó que sus pequeños son tan felices haciendo sonreír a la gente. “Piero tiene una bicicleta y a veces la gente no se queda porque no entiende qué quiere, entonces él les persigue con la bici hasta darles su arte”, relató.

La pequeña Paz, por su parte, ama pintar arcoiris y dice que regala un pedacito de su corazón en cada pieza de arte. La mamá, muy conmovida, sale con ellos para cuidarles en cada jornada y contó que le sorprende la reacción de la gente.

“Primero se sorprenden. Luego ves cómo le cambia el rostro a la persona, sale la ternura. Es muy lindo realmente... El impacto que tiene la amabilidad que uno no espera y de alguien tan chiquito”, expresó orgullosa.

Los pequeños Piero y Paz Codas pintan en sus veredas y regalan sus pequeñas obras de arte a quienes circulan por su calle.

El miedo no los detiene

Los artistas empezaron apenas esta semana, pero hoy una vecina les alertó que en la zona circulan algunos drogadictos y les recomendó que tengan mucho cuidado. Les contó que a ella la asaltaron a mano armada, estando dentro de su patio y con el portón cerrado. Además, la semana pasada el perro de un vecino fue envenenado, lo cual causa cierto temor.

“Entonces decidí sacarles solo con la presencia de mi marido y los perros cerca”, lamentó. Sin embargo, la mamá acotó que a pesar del miedo, no van a parar esta actividad, puesto que no solo alegra a su familia, sino también a muchas personas más.

“La idea es salir los fines de semana. Que el miedo no nos encierre y sigamos pintando un arcoiris a la gente, como dice Paz”, añadió y expresó su deseo de que los demás niños del barrio también se sumen y salgan a jugar a sus veredas, como antes lo hacían.

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