El prelado de la iglesia Católica llegó hasta la parroquia local a invitación del párroco Carlos Raúl Ferreira, quien en mayo pasado ya le había comprometido, mucho antes que sea creado cardenal. ”Estoy viniendo para cumplir la invitación y estoy muy contento, feliz de poder celebrar, acompañado de Mons. Celestino Ocampo, obispo de la Diócesis de Carapeguá, y de sacerdotes de la zona”.
Dijo que su misión como cardenal lo está viviendo muy feliz a igual que la gente, el compromiso es un desafío muy grande, pero como todo compromiso “lo llevaremos juntos con la gracia de Dios y del Espíritu Santo”.
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Martínez agradeció por el cálido recibimiento. Durante la santa eucaristía, manifestó que existen situaciones “que nos duelen como país, de mucha gente que se ha alejado del amor de Dios y todavía creemos que por amor a Dios, podemos sin miedo salir a testimoniar nuestra vida de cristiano”.
Agregó que aún caminando por cañadas oscuras, “Dios nos sosiega y conduce a través de su palabra y la fe de los hermanos, que nos invita a caminar juntos como parroquia, dedicada a la Virgen de Los Dolores, porque María es modelo de santidad”.
Sugirió estar siempre al lado de los humildes
Manifestó que “nuestro lugar es siempre estar al lado de los pobres, de los humildes, de las personas necesitadas”. Dijo que llegó de Roma después del encuentro maravilloso con el papa Francisco, que ha dado un homenaje al Paraguay con la creación de un cardenal paraguayo, de un servidor, se recordó mucho y bien del país, a quien él ama profundamente.
Hizo saber a las mujeres de este distrito, que el Papa se volvió a recordar de que la mujer paraguaya es la más gloriosa de América, y recibió un fervoroso aplauso de los presentes. Comentó que realizó su primera misa como cardenal en el Bañado. “Quise celebrar ahí donde hay muchos hermanos nuestros que se han ido del campo, esperando mejores condiciones de vida y se encuentran en situaciones difíciles, en la pobreza”.
Agregó que le tocó muy profundamente la fe de los bañadenses, sus ofrendas fueron pescados, materiales reciclados y realmente en los pobres uno encuentra la gran riqueza de la fe, son unidos, trabajan de cerca con la Iglesia y eso han logrado con el esfuerzo mancomunado.
En nuestro país se han perdido los valores morales
Resaltó que en los últimos tiempos en nuestro país “estamos viviendo pérdida de este tesoro tan grande “del corazón” en todo el país y sobre todo se han perdido los valores morales con la incoherencia de la vida, muchos que se han bautizado se han alejado de Cristo”.
Respecto a dicha situación, agregó que ahí la iglesia tiene su cuota de responsabilidad porque hay una grieta entre la fe y la vida de muchos bautizados. “Como iglesia tenemos nuestra cuota de responsabilidad por algunos daños y heridas causadas por miembros de la Iglesia a las personas más vulnerables a quienes se ha encomendado nuestro cuidado”.
El prelado de la iglesia Católica manifestó que hay situaciones “que nos duelen como país, de mucha gente que se ha alejado del amor de Dios, pero todavía creemos que por amor a Dios, podemos sin miedo testimoniar en nuestra vida de cristianos”.
Pidió parar con abuso sexual en niños y la violencia familiar
En ese sentido dijo que ha fallado el rol de los pastores, de los padres de familia, de todos los laicos ciudadanos, porque se “nos encomendó cuidar de los más vulnerables que son los niños y sabemos que durante la pandemia muchos de los niños en el entorno familiar han sufrido abuso sexual, hubo mucha violencia en la familia que persiste y eso tenemos que parar porque sabemos que la violencia causa más violencia y daña la dignidad de las personas”.
Además resaltó que “si nosotros los cristianos somos constructores de la paz y de respeto a la dignidad de las personas, desde el vientre materno con el protagonismo los laicos que asumen su misión de ser fermento en la sociedad podemos colaborar de ser camino en el camino, así como ha venido Jesús que nos ha mostrado que el camino del amor, perdón, de la reconciliación y reparación es el camino verdadero que los cristianos estamos llamados a caminar”.