En el departamento de Misiones, por ejemplo, los pastizales, las praderas naturales e incluso sobre los tejados de las viviendas de San Juan, San Ignacio y alrededores se produjeron escarchas.
En la zona se registraron bajas temperaturas durante la noche y la madrugada de este viernes. La entrada de un frente frío en la víspera con viento sur seco produjo un cambio climático perjudicial para el sector agrícola. En la zona no se produjeron lluvias ni tormentas como ocurrió en otros puntos del país.
Los productores expresaron la necesidad de lluvia para los cultivos, en especial los rubros de consumo familiar. Aún no se tienen cuantificados los daños a causa de la sequía y la falta de precipitaciones.
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Ñeembucú
En Pilar, la ciudad amaneció con 1,8ºC de temperatura, según informó Jorge Acosta, meteorólogo del aeropuerto Carlos Miguel Jiménez de Pilar.
El ingreso del viento sur sin lluvias llegó anoche. En el transcurso de la tarde del jueves, la temperatura fue bajando y a la noche llegó a los 4ºC y al amanecer bajó a 1,8ºC.
Esta situación no pinta un buen panorama para el sector agrícola y ganadero. La prolongada sequía y los incendios hicieron que los insumos de alimentos para los animales vacunos falten en la zona.
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Si bien los pastizales se han recuperado luego de las lluvias, estas no fueron suficientes para que el ganado recupere su kilaje ideal. También los alimentos como el balanceado y sales minerales dispararon sus precios, por lo que al pequeño y al mediano productor se le complica la situación económica.
Por otra parte, los productores hortícolas se mostraron preocupados por la situación del tiempo. Expresaron que las bajas temperaturas y la heladas pueden afectar gran parte de la producción, en especial la del tomate, que está en plena etapa de maduración.
El pronóstico del tiempo para los próximos meses para la zona de Ñeembucú no es muy alentador. De nuevo se anuncia déficit de lluvias hasta el primer trimestre del 2023.