El 12 de agosto fue elegido como día del vinilo porque en 1877 Thomas Alva Edison inventó el fonógrafo, así que en memoria de ese gran invento, los vinileros se reúnen, escuchan música o van a ferias donde buscan los mejores precios y hasta ofertan algunas piezas.
Para el experto en sonido, Alfredo Duarte, cada formato tiene sus ventajas. Comenta que el cassette en su momento era el equivalente al mp3 o a las plataformas digitales, era el formato más práctico y portátil, aunque inferior al vinilo en calidad.
Entre los que conocen sobre vinilos o sonido, hablan de una rivalidad entre el vinilo y el CD, entre el formato de ambos, la diferencia de sonido.
Alfredo califica al vinilo como el rey de los formatos analógicos y del CD dice que es el mejor formato digital. “No sé decir cual es mejor, son diferentes”.
Explica que el vinilo tiene un sonido más natural al oído humano. “Las propias limitaciones físicas de un long play le dan un sonido más cálido. Un CD, en cambio, tiene un sonido limpio, cristalino y puede reproducir sin problema frecuencias muy graves o agudas, a las que el vinilo no siempre llega. Pero por eso mismo, el CD cansa más y es más agresivo al oído. Es como algo engordado artificialmente”.
Por su parte, Tito Núñez, profesional del sonido y apasionado por los vinilos considera que a pesar de que en estos tiempos las opciones para escuchar música son muchas, él prefiere el vinilo, por el sonido, por las ventajas que presenta, porque facilita la difusión y porque también es un aliado importante para los artistas a la hora de hacer conocer sus materiales.
Además, el valor histórico también se resalta en este formato, ya que a lo largo de la historia se convirtió en el más querido y con mayor valor sentimental para coleccionistas y fanáticos.
La presentación es una de las ventajas que también resaltan y en la que coinciden los conocedores del vinilo, ya que es más llamativa que el CD, con más espacio para que el arte se luzca en ella.
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“Si querés que tu vinilo tenga mucha vida útil, no lo escuches”
Para los coleccionistas es un verdadero “dolor de cabeza” conservar los vinilos.
- No se debe apilar en posición horizontal.
- Deben estar parados.
- Siempre en posición vertical junto a otros discos.
- Se doblan fácilmente si están mal almacenados.
- Cuidarlos de la humedad y del calor.
“Si querés que tu vinilo tenga mucha vida útil, no lo escuches, o escuchalo poco” comenta entre risas, Alfredo.
La púa toca físicamente el vinilo, así que cada vez que se reproduce, el disco se va gastando.
Es más, cada vez que se saca el disco del sobre ya se va rayando por la fricción. “Es por eso que la gente se olvidó del vinilo un tiempo, tenía muchas complicaciones”.
Bien conservado, un vinilo puede durar para siempre, hasta se puede heredar a los nietos.
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La industria del vinilo en Paraguay
Carlos Ortega, aficionado y coleccionista de vinilo, comenta que mucha gente compra en nuestro país, incluso personas jóvenes.
“Existen varias disquerías actualmente. También se suelen realizar ferias en locales específicos así como en lugares abiertos como las plazas donde se realizan las ofertas de discos tanto usados como nuevos y de todos los precios, desde los muy accesibles hasta los no tanto. Existen bandas, especialmente de Heavy Metal en general que sacan material propio en vinilo, la mayoría de ellos solventados por productoras del exterior”, comenta.
Para Liv Cáceres, los discos sellados (que no son de época) son más costosos y el precio depende del artista, del álbum y si son vinilos únicos, dobles, triples, etc.
“Los vinilos vintage suelen ser más económicos, pero también depende mucho; por ejemplo, un disco de Pink Floyd o The Beatles (ediciones europeas) puede ser más costoso que un disco de Boston o Madonna, todo depende de la demanda y el número de tirada de discos”, indica.
Otro dato para tener en cuenta a la hora de adquirir un vinilo es el país de fabricación. Por ejemplo, los japoneses son más costosos por sus cuidadas ediciones, la inclusión de material extra (ya sea canciones o regalos como postales o afiches), el característico Obi -cinta de cartón que entrega datos del disco- y el riguroso control de calidad en materiales y sonido. Los discos japoneses son considerados parte de la élite del vinilo mundial.
En Paraguay el vinilo va ganando terrero, por lo que cada día existen más tiendas o personas que se dedican a la venta de este formato. Las tiendas físicas se caracterizan por el estilo setentoso, donde se pueden encontrar vinilos de todos los géneros entre lo que se encuentran:
- Lo de antes, ubicado en Prof. Riquelme 1343 casi San Martín, Asunción.
- Arcoiris analógico, ubicado en Austria 1398.
- Retro Vynil, ubicado en Santa Cruz de la Sierra 1920 casi Ezequiel Solis.
- 80 vinyl stone, ubicado en Chiripa 1033 casi Ñanduti.
- El club de vinilo Py - tienda virtual - en Facebook e Instagram.
David Ferrari, quien está en el mundo del vinilo desde muy joven, asegura que “se vende muy bien”. Agrega que los precios varían bastante, por ejemplo un disco de época se puede encontrar a partir de G. 50.000 dependiendo del estado y su costo puede llegar hasta G. 500.000 e incluso más.
Los vinilos más buscados y más caros de la historia
“Me vienen a la cabeza un par de discos que se vendieron por miles de dólares”, recuerda el experto en sonido, Alfredo Duarte.
Una copia de “Double Fantasy” que John Lennon le firmó a Mark Chapman, momentos antes de que éste le asesinara.
La primera edición de “Philosophy of the World” de The Shaggs, una banda garage de los 60, de la que existen solamente 100 copias.
“Los fans de rock son los que más aprecian el vinilo como formato, así que los discos de rock son siempre los más buscados y caros”.
Las primeras ediciones de los vinilos son siempre las más deseadas. Por ejemplo, la primera tirada en vinilo de “Nevermind” de Nirvana que se hizo en 1991, o de “Nevermind The Bollocks” de Sex Pistols de 1977.
Los artistas más buscados: Gustavo Cerati, Pescado Rabioso, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta, Charly García; Led Zeppelin, The Beatles, Guns N’ Roses, entre otros.
Los más jóvenes buscan: “Fine Line” de Harry Styles y “Red (Taylor’s Version)” de Taylor Swift.
Liv Cáceres, resalta que en Paraguay son muy demandados los del género rock argentino, “pero únicamente por los coleccionistas más exigentes”.
¿Dónde se encuentran los vinileros?
Como en pandemia las reuniones no podían ser presenciales, iniciaron una radio en línea, que sigue activa hasta hoy y aglutina a cientos de vinileros, comenta Tito Núñez.
“Radio Lata parara es rock y algo más. Allí también se pude ver el perfil de los que hacen la programación para conocerlos mejor. Estamos de lunes a lunes, 24 horas, sin interrupción”, señala orgulloso.
También compartes anécdotas e información en grupos de Whatsapp, “además de buena música” comenta Ferrari.
“En Facebook estamos en un grupo “El Club del Vinilo Paraguay” que cuenta con casi 6.000 miembros, entre ellos vendedores y personas independientes que ofrecen discos, buscan consejos, otros invitan a actividades relacionadas a los vinilos” agrega Cáceres.
¿Cuál es el significado del vinilo en la vida de cada aficionado? Te contamos algunos.
Tito Núñez: su afición nace gracias al rock y su primer disco de vinilo fue uno de Scorpions. “El vinilo es como el juguete nuevo que recibe un niño”.
Si bien Tito no se considera un coleccionista, comenta que cuenta con una gran cantidad de material “como para escuchar buena música todo el día, especialmente rock”.
La música paraguaya también está presente en su colección y la disfruta con su madre. “Ella tiene 86 años y conoce mucho de la música paraguaya. Con ella comparto bastante y aprendo mucho”.
“Lo más inolvidable de mis inicios como vinilero es cuando conseguíamos que nos prestaran algún disco, lo urgente era conseguir cassettes para grabar. Y estábamos horas disfrutando de la música sin dormir, ya que la grabación es en tiempo real, no es como ahora que todo lo que querés se baja en segundos”.
Carlos Ortega: “El vinilo y la fidelidad de su sonido me transmiten sentimientos y emociones positivas, a veces nostálgicas que sirven de conexión entre el pasado con el presente”.
En el caso de Carlos, su amor por los vinilos viene de generación en generación, ya que su padre fue quien le transmitió gran parte de lo que él sabe sobre este formato.
“Según mis padres empecé a tocar el tocadiscos a los 6 años, aunque no recuerdo si fui muy eficiente al poner los discos”, comenta con nostalgia.
Explica que se disfruta desde la portada (obras de arte en su mayoría) los sobres internos, el plástico en sí, el proceso casi mágico de grabarlos en cassettes y hasta su aroma.
“Mucha gente se toma una aspirina cuando le duele la cabeza, yo escucho un vinilo y listo, es la terapia perfecta”.
Carlos cuenta una gran cantidad de vinilos y comenta que no los tiene cuantificados. “Aún tengo que acomodar una buena cantidad de discos que me dejó mi padre, la mayoría de los años 50, 60 y 70, creo que ahí sí será necesario hacer un inventario general. El primer disco fue un regalo de cuando estaba en la escuela y fue el LOVE GUN” DE KISS”.
David Ferrari: su afición inicia a a los 9 años cuando vio girar un LP (long play - disco de larga duración) de ELO en casa de su abuela.
“Mi tío, Augusto Rojas, gran conocedor de música me hacia escuchar de todo, tenía una linda colección que luego me la obsequió”.
Recuerda que un día, en plena feria ve a un hombre, luego se percata de quien era. Se trataba de Jorn Wenger cantante y vocalista, junto a su hermano, en IODI un grupo nacional.
“Ese día lo conocí y me firmó mi disco que lo tenia desde los 12 años. Fue un día inolvidable”.
Liv Cáceres: “El vinilo es la conexión con el estado más puro de la música, además de que evoca en mí una nostalgia única que resulta de alguna manera inspiradora”.
Para Liv se trata de un verdadero ritual, desde “elegir la portada, admirarla, buscar el vinilo dentro, que muchas veces viene con el insert de letras de canciones, colocar el disco en la bandeja y permitir que la aguja se posicione levemente en el disco para hacer su magia”.
Es un verdadero proceso que se convierte en estilo de vida; una pasión que corre por las venas de cada vinilero y se vuelve un requisito indispensable para vivir.
Liv veía a los coleccionistas en la televisión, series y películas, le llamaba la atención la forma en cómo los personajes se expresaban y admiraban este formato analógico con mucha historia.
Allí nace su interés y se vuelve coleccionista en el 2011, cuando obtiene su primer trabajo, lo que le permite pagar por sus discos. El primero fue un autoregalo el día de su cumpleaños.
Alfredo Duarte: “Tengo una hija de 8 años con la que siempre escuchamos todo tipo de música. Y ella misma me dijo, sin que yo le diga nada, que mis vinilos suenan mucho mejor que Spotify, que tienen un sonido más profundo”.
Para Alfredo, no importan la edad, ni el conocimiento previo a la hora de apreciar el buen sonido de un vinilo ya que “la diferencia salta al oído”.
De un tiempo a esta parte, la cultura vinilera trascendió mucho más allá de los que los mismos aficionados se imaginaban, tanto es así que ya no solo se ve a personas de 40, 50, 60 o más años siendo parte de esta comunidad, si no que, cada vez gente más joven se acerca a las ferias de vinilos, se informa y comienza su propia colección.