Ubicada a 8 kilómetros del centro de Salto del Guairá, y de poco más de 9 hectáreas de dimensión, la comunidad poblada por 234 familias fue legalizada por el INDERT y sus ocupantes ya cuentan con sus respectivos títulos.
Dicha población está asentada sobre la línea internacional o línea seca, frente al municipio de Mundo Novo, estado de Mato Grosso do Súl. La zona es conocida actualmente como 29 de Setiembre, donde además de “Mariscal López”, está otro asentamiento denominado “Acosta Ñu”, en medio de grandes extensiones de tierras agrícolas, ganaderas y comercial.
El barrio Mariscal López está ubicada a 1.500 metros de la ruta que une Salto del Guairá con el vecino municipio brasileño, y fue ocupada el 17 de julio de 2010. Lleva ese nombre por ser una fecha cercana al aniversario del Mariscal Francisco Solano López (24 de julio). El predio era un excedente púbico, y al no llegar hasta allí la demarcación de zona urbana del municipio, fue el Indert quien se encargó de lotearla, tras la realización de una mensura judicial.
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Ambas comunidades se encuentran dentro de lo que antiguamente era conocido como barrio San Miguel de la Colonia Canindeyú. Este fue creado por el gobierno a mediados de 1.960 para contrarrestar el avance de los brasileños sobre nuestro territorio, por los grandes intereses que provocaban en Salto del Guairá.
Héctor González, presidente del barrio, dijo que la legalización del lugar representa un hito histórico en Salto del Guairá, ya que en el distrito existen varios barrios, mucho más antiguos y desarrollados que nunca pudieron legalizarse. “Aquí se demostró que, con un buen trabajo, con seriedad y honestidad, se puede lograr el tan ansiado título de propiedad para la gente. Si nosotros pudimos, todos pueden. Esto puede ser solo el comienzo”, indicó.
Según la historia no oficial, las Fuerzas Armadas del Brasil pretendían avanzar hasta el río Piratiy, desde la zona de los saltos del Paraná y la línea seca, y ya que Paraguay no tenía condiciones de contrarrestar militarmente el avance de las tropas brasileñas, creó una colonia donde fueron asentadas más de 500 familias campesinas provenientes de distintos puntos del país, a quienes se les entregó 10 a 15 hectáreas de tierra gratuitamente, convirtiéndose así la Colonia Nacional Canindeyú en un fortín en defensa de la soberanía.
Actualmente toda la zona fue convertida en grandes haciendas agrícola-ganadera, pero un pequeño remante fue reservado por la historia para hoy convertirse en un pujante barrio.
Además, de su relevancia histórica, la zona empieza a experimentar un desarrollo comercial importante. Muy cerca del flamante barrio, se inicia la construcción de dos grandes shoppings, de la mano de dos grupos empresariales importantes de la comunidad.
Según la Asociación de Comerciantes, la tendencia es que de ahora en adelante se inicie el desarrollo de grandes emprendimientos sobre la línea internacional, con la intención de contrarrestar o competir con las “lojas francas” o Dutty Free que aproximadamente se estarían instalando en el lado brasileño de la frontera.
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