En un acto en la Catedral de Asunción, Monseñor Adalberto Martínez recibió el Palio Arzobispal de manos del nuncio apostólico Eliseo Antonio Arioti, representante del Papa.
Este ornamento especial lo llevan arzobispos metropolitanos y primados cada vez que los nombran, y fue enviado a Adalberto Martínez ahora que este ocupa el importante cargo eclesial, desde el pasado 6 de marzo, cuando reemplazó a Monseñor Edmundo Valenzuela.
Antes de su entrega, el Palio arzobispal es bendecido por el papa el 29 de junio, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, y es entregado a los arzobispos en persona en la plaza de San Pedro, de Roma. Pero Monseñor no pudo asistir a esa ceremonia en el Vaticano debido a que se encontraba en aislamiento. Debido a esto el palio le fue enviado a Asunción.
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En el día de su cumpleaños
La entrega del palio es más que especial para Monseñor Martínez, pues coincide con la fecha de su cumpleaños. Este viernes, la autoridad eclesial cumple 71 años.
El Palio es un ornamento de honor y jurisdicción. Lo describen como el signo de la oveja perdida y del buen pastor que da la vida por sus ovejas. Es una faja de lana de 4 a 6 cm., de ancho, con dos orlas de seda cuyas extremidades se apoyan en el pecho, como signo de poner la vida para defender a las oveja. Tiene además una espalda como signo de cargar a la ovejas heridas y fatigadas. Los Palios son confeccionados de lana de Corderos blancos, ofrecidos y bendecidos en la Basílica de Santa Inés el 21 de enero de cada año.
Así es el Palio Arzobispal
La banda circular de lana blanca, está decorada con seis cruces negras, la insignia exclusiva de los arzobispos o metropolitanos, que se utiliza en forma de escapulario. Su entrega implica una gran responsabilidad y compromiso del Pastor con respecto a su rebaño. La lana que tiene significa la aspereza de la represión de los rebeldes, en tanto el blanco representa la benevolencia hacia los humildes y penitentes. La banda circular simboliza el respeto y temor a Dios, de cumplir cada tarea y obra iniciada por el Pastor.
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Con respecto a las cruces situadas por delante y detrás; a la izquierda y derecha, estas simbolizan la vida, la ciencia, la doctrina y el poder espiritual. La cruz de Jesús está para recordar que el prelado debe llevarla con mucha diligencia, misericordia y amor. En el palio están representadas además las cuatro virtudes cardinales: justicia, velar de dar a cada cual lo suyo, prudencia, para cuidarse de las dudas, pensamientos y acciones nocivas, fortaleza, coraje y valentía para no sucumbir en tiempos de calamidad, y templanza, para no descontrolarse en la prosperidad espiritual y material.
Con respecto a su nombramiento como Cardenal de la Iglesia Católica, Monseñor Adalberto Martínez será investido el 27 de agosto en el consistorio que se realizará en Roma.
Todos los arzobispos paraguayos
Monseñor Adalberto Martínez es el séptimo arzobispo de Asunción: el primero fue Juan Sinforiano Bogarín, el segundo Aníbal Mena Porta, el tercero Ismael Rolón, el cuarto Felipe Santiago Benítez, el quinto Pastor Cuquejo, el sexto Edmundo Valenzuela y el séptimo Adalberto Martínez.
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“No somos príncipes de la iglesia”
Durante su homilía, Monseñor Martínez agradeció emocionado al papa Francisco “que se haya fijado en este servidor para llamarlo a ser pastor de esta porción del Pueblo de Dios”.
Se comprometió, a mostrar fidelidad y obediencia desde esta sede Metropolitana de Asunción, y pidió al papa Francisco “su paternal bendición”.
Resaltó que ni el Obispo ni el cardenal son “príncipes de la iglesia, por el contrario, está para servir a los demás”.
Además, insistió en que en la iglesia “no debemos rivalizar por quién sabe más, iñaranduveva o habla mejor, para ser primeros; sino más bien competir por la toalla para ser servidores unos de otros”.
Llevar a los hermanos sobre los hombros
Expresó que el Señor ha querido llamar a hombres concretos para que, juntamente con Él, lleven a los hermanos sobre sus hombros”.
Enfatizó en que ser pastor en la Iglesia de Cristo significa justamente participar en esta tarea, que el palio nos recuerda. “El palio se convierte en símbolo de nuestro amor a Cristo Buen Pastor, y de que, unidos a Él, debemos amar a todas las personas, en particular a los heridos que están caídos al borde del camino, a los cansados y agobiados, a los que están desorientados, a los que buscan sentido y se plantean interrogantes, a los pobres y humildes, a todos, sin exclusiones”, dijo Monseñor Martínez a los feligreses.