La especialista que forma parte de un ente dependiente del Ministerio de Salud Pública explicó que dentro del vapeador existen otros productos que también son dañinos para el pulmón, como el vapor y el aceite, así como el níquel, que son cancerígenos. La cuestión se complica más si existen otros componentes que se le agregan de manera clandestina.
Gamarra refirió además que al fumar estos dispositivos, los metales pesados afectan los pulmones y se produce neumonitis u otros problemas de salud como un proceso inflamatorio.
Señaló otras derivaciones como la adicción, crisis alérgica en personas propensas a ser alérgicas, falta de concentración, de memoria y episodios de ansiedad. Esto sin minimizar la nicotina, también presente como en los cigarrillos convencionales.
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Comentó que muy pocas personas consultan por el consumo de los vapeadores, por lo que no existen muchos registros a nivel local, pero sí a nivel internacional. “Mientras más joven se empieza, más fuerte es la adicción. La nicotina produce daños al cerebro en jóvenes que están entre 15 y 25 años, pues se afecta el crecimiento”, afirmó.
Mensaje engañoso con el vape
La experta sostuvo en ABC AM 730 que el vape es diferente al cigarrillo tradicional. Ocurre que con los diferentes aromas, se hace mas fácil la instalación del producto en la sociedad.
“Hay una diferencia desde que se usó hace casi 20 años, porque la idea con su creación era incentivar a que se deje de fumar. Incluso, la nicotina se utiliza para la desintoxicación e ir reduciendo de a poco el consumo de tabaco”, aseveró. Considera que el “remedio” resultó peor que la enfermedad.
Manifestó que internet provee información engañosa, por eso nadie consulta. Lamentó que los profesionales médicos están un poco rezagados con el mensaje. Cree que se toma cierta conciencia y asegura que hay reglamentaciones pero -si no están comunicadas- son letra muerta.
Protocolo de control al comercio ilícito de tabaco
A su criterio en el país se necesita aprobar el protocolo de control del comercio ilícito, que ya tiene media sanción en el Senado y supone que ocurriría lo mismo en Cámara de Diputados.
“Estos productos del tabaco, como los cigarrillos electrónicos, deben ser controlados porque de contrabando no sabemos qué mezclas pueden tener”, insistió.
También, por el daño al medio ambiente y a las personas, se debe compensar con altos impuestos a los fabricantes, para así usar el dinero en los tratamientos de los enfermos, recalcó. Ante la venta en comercios y a la vista de niños y jóvenes, Gamarra dijo que la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) debe controlar la compra, venta, distribución y publicidad.
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