Como cada año, las festividades de San Juan vienen de la mano con el deleite por las comidas típicas, que las personas aprovechan para disfrutar al máximo. Pero a veces, el término “al máximo” la gente lo usa como sinónimo de excesos, y allí es donde vienen los problemas de salud que pueden complicar el organismo.
Teniendo en cuenta que las comidas típicas son muy ricas en grasa, proteínas y carbohidratos, la licenciada Claralina Mendoza sugiere como alternativa saludable consumirlas acompañadas de un plato colmado de ensalada fresca, con verduras de tres colores (lechuga, tomate, zanahoria, por ejemplo). Esto aportará al cuerpo vitaminas, minerales, agua, fibra alimentaria y antioxidantes.
Cuidar porciones de comida durante San Juan
La nutricionista enfatiza en que el mbeju, el pastel mandi’o, chipa asador, pajagua mascada y el chicharô cuentan con alto aporte calórico y graso, que pueden favorecer el aumento de peso y generar descompensaciones, principalmente en personas con enfermedades crónicas, por lo que insta a consumirlas en forma moderada, cuidando las porciones.
La profesional recalca que la ingesta excesiva de alimentos puede producir disminución de la digestibilidad, estreñimiento, y contribuir al sobrepeso; además de disparar los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre.
Para disfrutar de la gastronomía nacional en estas fechas y evitar descompensaciones, la licenciada Mendoza sugiere:
- Elegir productos frescos.
- Ingerir las comidas típicas en porciones pequeñas.
- Los platos típicos deben ser acompañados preferentemente con muchas verduras crudas y aprovechar las de estación.
- Moderar el uso de sal, grasas, aceites y condimentos en las preparaciones.
- Preferir cocciones al horno o al tatakua.
- Evitar saltarse las comidas. El consumo de alimentos debe efectuarse cada tres horas para evitar excederse en las porciones. Esta recomendación debe aplicarse tanto en personas con y sin diabetes.
- Evitar la ingesta de alimentos ultraprocesados.
- Cuidar la higiene y manipulación correcta de los alimentos durante el proceso de elaboración.
- Ingerir de dos a tres litros de agua por día para mantener hidratado el cuerpo, e incluir actividad física dentro de la rutina, con caminatas diarias de 40 a 60 minutos.
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