La directora interina de Vigilancia de la Salud, Dra. Sandra Irala, resaltó que los estudios más recientes indican que la efectividad de las vacunas contra el COVID puede disminuir hasta en un 20% con el paso del tiempo, sobre todo en personas de la tercera edad e inmunodeprimidas. Por ese motivo, fue esa la población a la que se apuntó al principio de la campaña de vacunación con la cuarta dosis.
No obstante, desde esta semana la segunda dosis de refuerzo ya está habilitada para toda la población mayor de 18 años. En ese sentido, hizo énfasis en que no es una cuestión obligatoria pero sí ayuda para disminuir las formas graves y la internación por COVID.
Destacó que las vacunas son seguras y eso ha sido demostrado con diversos estudios. Así también, indicó que lo más probable es que cuando se acabe la pandemia se apunte a la fusión de las vacunas contra la influenza y contra el COVID, y de esa manera pasarán a ser solo dos dosis de manera anual.
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Auge de enfermedades respiratorias y clases virtuales
En otro momento, la doctora Irala recalcó que el aumento de cuadros respiratorios es habitual y predecible en esta etapa del año. Sin embargo, dijo que debido a la pandemia la población no recuerda las medidas que se solían tomar años anteriores, como adelantar las vacaciones de invierno o suspender clases por cada aula durante 7 días.
“El pilar de la salud pública es la prevención y la promoción de la salud. Prevención es precisamente hacer uso de estas recomendaciones sanitarias. No hay que apostar a que haya nomás casos y se preparen los hospitales, sino a que las personas no se enfermen, porque una vez enfermos no sabemos cómo puede reaccionar cada cuerpo”, enfatizó la doctora en contacto con ABC Cardinal esta mañana.
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