Neuropediatría: Secuelas de la pandemia en niños en edad escolar

La pandemia dejó secuelas en la vida de todos, particularmente en los niños, el encierro y el postCovid dejó huellas que la familia y el entorno deben enfrentar con el paciente. El Dr. Erik Dahlbeck Dragotto, neuropediatra, nos habla sobre estos efectos y de cuan importante es la consulta precoz para detectar patologías y rever algunos trastornos, especialmente en el aprendizaje de los pequeños en edad escolar.

Desde la neuropediatría analizan los efectos del encierro al que fueron sometidos los niños durante la pandemia y los efectos negativos en su desarrollo cognitivo.shutterstock.com
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El doctor Erik Dahlbeck Dragotto manifestó que tras la pandemia del Covid-19, se está viendo a niños en edad escolar y pre escolares con problemas para socializar, niños de 3 años que deberían estar relacionándose, no lo han logrado, tienen dificultad con el lenguaje, en el juego, dificultad académica, alteraciones. A su vez, niños en edad escolar, tienen dificultades para escolarizarse, para leer, escribir, problemas de memoria, concentración y otros. Todo esto a raíz de haber estado dos años encerrados y en la mayoría de los casos, aferrados a una pantalla como el celular o la tablet.

Afirmó que desde su especialidad están preocupados por la salud mental y neurológica infantil y adolescente, por lo que están en contra de la vuelta a las clases virtuales, pues afirman que esto llevaría a los pequeños a volver a cortar su relacionamiento con los demás y su desarrollo cognitivo.

“Estamos pasando ahora por una epidemia de salud mental que repercute en chicos de edad escolar. Es necesaria una evaluación neurológica caso por caso, una terapia adecuada para no sobremedicar ni sobrediacnosticar”, indicó Dahlbeck Dragotto.

Al respecto, recordó que la Academia Americana de Pediatría prohibió la exposición de niños menores de dos años a pantallas, ya sea de celulares o tablets.

El profesional explicó que la neuropediatría se encarga desde el recién nacido hasta la adolescencia. En el recién nacido, trata el neurodesarollo, los trastornos desde los primeros años o meses (retrasos en el lenguaje, autismo, trastorno conductual, hiperactividad, trastornos en la marcha, el caminar). También diferencia otras enfermedades como cuadros epilépticos, convulsiones, patologías que afectan a los nervios, el Síndrome de Guillaín- Barré (neuropatía posterior a cuadro infeccioso, después de cuadro gripal, Covid-19 o gastrointestinal, y que presenta trastorno en la marcha, como respuesta autoinmune).

Sostuvo que, si bien estos casos pos covid se dieron en un porcentaje mínimo, se dieron y algunos tuvieron que ingresar incluso a terapia intensiva.

Aconsejó que en caso de que los padres noten cambios o alteraciones en la conducta de sus niños que han tenido Covid-19, consulten precozmente para evitar mayores complicaciones.

El doctor insistió en que si estos síntomas no se tratan a tiempo pueden haber secuelas más graves posteriormente. “Las patologías neurológicas, deben ser detectadas precozmente”, dijo.

Síndromes, autismo y convulsiones

Por otro lado, fuera de lo que implica la pandemia, entre las patologías neurológicas genéticas, el doctor mencionó el Síndrome de Down, como el más frecuente, el Síndrome de Prader Willi y el Síndrome de Angelman. Estos presentan características desde el nacimiento, rasgos que se ven desde el nacimiento, por lo que se recomienda la derivación temprana a un neurólogo infantil desde los primeros meses para trabajar en los retrasos que pudiera llegar a tener el niño.

Así también, el doctor habló de Trastorno Espectro Autista, que se encuentra entre las patologías más frecuentes en los últimos años, y que tienen que ver con el medio ambiente y el encierro, la falta de socialización. “El encierro tiene mucho que ver, porque el pilar del autismo es la falta de contacto, la dificultad de relacionamiento social. Hay ciertas conductas desde los primeros meses: los niños no responden al nombre, ausencia de sonrisa social, no miran a los ojos, no hacen caso, prefieren juegos de ordenar, apilar cosas, la fascinación por objetos luminosos, correr en círculos, aletear las manos, estas son algunas conductas principales de un niño con autismo”, indicó.

Otras de las neuropatías frecuentes, son la epilepsia, convulsiones, que pueden ser benignas (que se dan pocas veces en la vida del niño, y que, con tratamiento por dos años con anticonvulsivante ya no vuelven a convulsionar); por otro lado, están las encefalopatías epilépticas, graves, de difícil control, que pueden tener diferentes causas. Son autoinmunes, pueden ser estructural por malformación cerebral u otro motivo, según explicó el doctor.

“Para hablar de epilepsia, el niño debe convulsionar dos veces en su vida en más de 24 horas sin aparentemente causa (sin golpearse, sin fiebre, o enfermedad metabólica)”, apuntó.

Señales de alarma

Consultado acerca de cuáles podrían ser algunas de las señales de alarma en niños sin enfermedades diagnosticadas, el neuropediatra, indicó: “En un niño de 3 años a 5 años, debe llamar la atención el dolor de cabeza, cefalea, vómitos, que podría ser señal de aneurisma o una epilepsia que se empiece a manifestar en ese momento”, dijo.

La pandemia dejó secuelas en los niños, en el aprendizaje y el relacionamiento con los demás

“Por otro lado, el trastorno de sueño, regresión del desarrollo, trastorno de conducta, convulsiones, alteraciones en el lenguaje son síntomas de una encefalitis autoinmune que se da como consecuencia o como complicación de un Covid-19″, indicó.

Pocos profesionales y falta de herramientas para diagnosticar

Dahlbeck Dragotto mencionó que existen solo 15 neuropediatras en el país y que no dan abasto ante las necesidades. Los profesionales atienden en el Hospital de Clínicas, Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, Hospital de Itauguá y el Instituto de Previsión Social (IPS).

“Somos muy pocos especialistas en el país, y todos nos formamos en el exterior. Ahora, están formando en IPS y en Acosta Ñu”, señaló.

“El principal problema en neuropediatría, es la parte diagnóstica, es decir, para llegar al diagnostico. Las herramientas cuestan caro, como la resonancia, solo tenemos para adultos, no tenemos equipo de sedación. Los pacientes son de escasos recursos, y por ejemplo los estudios genéticos, cuestan miles de dólares, y como no tenemos para hacerlos acá, debemos enviarlos a EEUU, y no hay dinero para eso. No tenemos las herramientas para cerrar los casos”, lamentó el profesional.

Erik Dahlbeck Dragotto es Médico - Cirujano Facultad de Ciencias Médicas UNA, Especialista en Pediatría Clínica. Facultad de Ciencias Médicas UNA, Especialista en Neuropediatría. Facultad de Medicina. Universidad de la República (Udelar) Montevideo - Uruguay. Realizó Pasantía en la Unidad de Electroencefalografía y VideoEEG. Hospital Juan P. Garrahan. Buenos Aires - Argentina. Es Médico especialista en Neuropediatría de la Cátedra y Servicio de Pediatría. Facultad de Ciencias Médicas - UNA. Docente del Posgrado de Pediatría Clínica. Facultad de Ciencias Médicas - UNA.

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