La fiscala Quiñónez había sido convocada por el Senado el pasado miércoles a una sesión reservada, pero se excusó alegando que fue contacto cercano de la fiscala contra el Crimen Organizado Alicia Sapriza, quien dio positivo al covid.
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Quiñónez ya volvió a la actividad normal y prueba de ello es que el pasado viernes participó de un evento de capacitación en el Ministerio Público, organizado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, con apoyo de su embajada.
La convocatoria a la fiscala general se debió a la preocupación manifestada por varios senadores sobre la seguridad de los fiscales que llevan adelante causas “pesadas”, vinculadas al narcotráfico y el crimen organizado. Esto se debatió en la sesión ordinaria luego del asesinato del fiscal Marcelo Pecci.
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En esa oportunidad, varios senadores manifestaron sus dudas sobre el protocolo de seguridad de los agentes fiscales, dado que Pecci no contaba con una custodia personal, pese a que llevaba adelante casos muy importantes que debieron haber hecho pensar que su seguridad estaba en riesgo.
Además surgieron informaciones de que ni el Gobierno ni la justicia colombiana recibieron comunicación alguna sobre la presencia de Pecci, más allá que la misma tenía un carácter privado.
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También molestó a algunos senadores, en particular a la senadora Desirée Masi (PDP), el hecho de que la fiscala Quiñónez dijo públicamente que el Congreso le había retaceado fondos del presupuesto para cuestiones de seguridad.
Masi exhibió documentos para probar que el Congreso nunca hizo recortes a los pedidos del Ministerio Público. Mostró un resumen de la ejecución de la fiscalía en la que se veía que no ejecutaron casi nada del rubro para equipos de seguridad.