Monseñor Valenzuela repudia asesinato del intendente José Acevedo

Con la concurrencia habitual de los fieles se desarrolló la misa dominical a las 7:00, que estuvo presidida por monseñor Ricardo Valenzuela, y durante su homilía manifestó su indignación ante los hechos de violencia que se viven en la actualidad del país. El obispo lamentó el crimen del intendente José Carlos Acevedo y manifestó sus condolencias a la familia, indicó que es hora de que nos pongamos en campaña para combatir contra el flagelo y pidió que luchemos por la paz con fe y fortaleza.

Monseñor afirmó con certeza que es momento de que oremos mucho más que nunca, por la paz en el mundo.
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Durante su homilía, monseñor Valenzuela habló de la terrible violencia que se vive, como los casos registrados de abusos sexuales, los sicariatos y el caso de violencia que vivió una pequeña, se preguntó: “Qué sigue después de esto, es hora de que nos pongamos en campaña y luchemos por nuestros derechos, hay que luchar por la paz”. “Este no es el gobierno que queremos”, afirmó con convicción el obispo.

Así también señaló que es el momento de orar mucho más, tener paz también depende de nosotros, afirmó que sin voluntad y sin lucha para cambiar, no tendremos la paz que tanto anhelamos. En la sociedad podría haber orden si llevaran en cuenta la palabras de Dios. “La búsqueda desordenada de honores y riquezas no da la paz” debemos seguir las orientaciones de nuestro señor Jesucristo para alcanzar la tranquilidad.

Cristo conquistó la paz para nosotros en la cruz, muriendo en ella para redimirnos del pecado. Sin embargo, la conquista de Cristo es incompleta sin nuestra colaboración, la buena voluntad es indispensable, hay que querer desear la paz, sin voluntad firme no es posible la lucha, y sin lucha no habrá paz ni reposo.

Para que haya paz es necesario que haya orden y jerarquía, que cada elemento ocupe su lugar y cumpla su oficio, como los padres, los docentes, los profesionales y legisladores, que cumplan su oficio como Jesús lo indica. El obispo señaló que resulta difícil cumplir este orden debido a la rebeldía de las pasiones, desde el momento que el hombre se insubordinó contra Dios, desde ese instante el hombre perdió la armonía. Aseguró que debemos luchar y persistir por la paz, debemos hacer penitencia, dijo el religioso.

El obispo aseguró que si queremos gozar de paz hay que declarar la guerra y esto es un tremenda realidad. “La paz del alma es un edificio que solo puede levantarse con un montón de escombros, la paz exige una guerra constante y para mantenerla requiere de mucha fortaleza”. Mencionó que hoy los hombres se encuentran debilitados espiritualmente por las comodidades que brinda la tecnología o porque viven pendientes de las cosas materiales, por eso la paz se aleja cada vez más de los corazones, puntualizó el religioso.

Durante la eucaristía, el religioso volvió a expresar que se siente muy consternado por las violencias generadas en el país, expresó sus condolencias a la familia del intendente José Carlos Acevedo y pidió que oremos mucho por nuestra nación.

Finalizando, solicitó a todos los fieles que alcen los pañuelos blancos al cielo, porque nos unimos por la paz como nos pide el Señor “Pongamos de nuestra parte, oremos y mantengamos intacta nuestra fe”.

Con pañuelos y globos blancos rezaron por la paz en la explanada de la Basílica de Caacupé.

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