Con el alza de tasas el BCP controla el dinero circulante que pueda generar presión en los precios de la canasta básica, que en abril alcanzó un pico de 11,8% anual. El BCP viene incrementando sostenidamente la Tasa de Política Monetaria (TPM) desde agosto del 2021 cuando se encontraba en 0,75% hasta llegar a los niveles actuales de 7,25%, esto en un intento de frenar la inflación, aunque el incremento brusco es cuestionado por algunos sectores, ya que esta decisión impacta en el encarecimiento del crédito, cuando hay sectores que aún requieren recursos para reactivarse.
En su decisión, el comité técnico del BCP evaluó el escenario internacional y local. Detallaron la inflación, si bien sigue siendo explicada, en gran medida, por factores externos, como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que sigue ejerciendo presiones sobre los precios de los commodities energéticos y alimenticios.
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Respecto a los precios domésticos, está explicada principalmente por el aumento en los precios de los combustibles y de los alimentos. En este contexto, las expectativas de inflación de los agentes económicos para el mediano plazo han aumentado, mientras que la proyección oficial también fue ajustada al alza.
Señalan que la inflación permanecería en niveles elevados durante el segundo trimestre del 2022 y que a partir del tercer trimestre, se prevé una moderación, finalizando el 2022 con una tasa de 8,2%, por encima del rango meta (4%+-2%), y 4,2% en el 2023, para converger a la meta durante el primer trimestre del 2024.