El fallecido es Francisco Caballero García, de 63 años, quien trabajaba como guardia de seguridad de una estación de servicios del emblema Petropar que funciona en la avenida Coronel Martínez esquina Paso Esperanza, jurisdicción de la subcomisaría 3° de la compañía Cañada San Rafael de Luque.
La citada gasolinera fue asaltada en la madrugada del 17 de abril pasado, cuando llegó al lugar un automóvil Hyundai HB20 gris oscuro, sin chapa, en el que estaban tres a cuatro sujetos.
Los delincuentes pidieron que les cargaran tanque lleno y cuando el playero lo estaba haciendo uno de los malvivientes bajó e intimó al trabajador con un revólver.
Al mismo tiempo, otro de los integrantes de la banda bajó y se dirigió al guardia de seguridad, quien estaba barriendo frente al servicentro.
El custodio también fue amenazado con un revólver, pero en una reacción casi instintiva atacó al asaltante con su escoba, y no con su escopeta calibre 12 que tenía colgada por la espalda.
En ese momento, el malviviente abrió fuego con su revólver y derribó al guardia, quien seguía defendiéndose como su escoba. Entonces apareció el otro criminal, quien había reducido al playero, y ayudó a su cómplice a sacarle su escopeta al personal de seguridad.
Como el trabajador no se rendía, los dos asaltantes le volvieron a disparar con sus armas, tras lo cual finalmente le arrebataron al guardia su escopeta y escaparon.
Francisco Caballero García murió el domingo último en el Hospital Central del IPS, justo tres semanas después de que fuera herido.
Golpes en serie
Los dos asaltantes que acribillaron y mataron al guardia de seguridad Francisco Caballero García serían Elías Manuel Benítez Delgado, de 24 años, y Claudio Arnaldo Argüello Pizzani, de 21 años, según la investigación policial.
De hecho, ambos malvivientes usaron la misma escopeta robada del guardia de Luque para intentar matar en Lambaré a una pareja conformada por Mario Rubén Ortigoza Cuenca, de 21 años, y Dahiana Monserrat Cano Caballero, de 23 años.
Estos fueron heridos en la noche del 28 de abril pasado en un atentado en la calle Emboscada casi Yhaka del barrio Cañada de dicha ciudad. Mario Rubén tiene antecedentes por narcotráfico.
Elías Manuel Benítez Delgado y Claudio Arnaldo Argüello Pizzani, quienes son adictos al crack, asesinaron también con la misma escopeta al albañil Juan Rafael Acosta González, de 38 años, quien fue atacado en la mañana del 29 de abril cuando trabajaba en una obra en construcción en las calles Santa Cecilia y Colón del barrio San Miguel de San Lorenzo.
Tras acabar con la vida del albañil, Elías y Claudio corrieron más de un kilómetro como para refugiarse en la casa de un amigo, pero justo cuando estaban en las calles Soldado Desconocido y Santa Catalina del barrio Molino de Luque apareció por la zona una patrullera de la comisaría 52° de Ñu Guasu.
El chofer del móvil policial, suboficial inspector Bernardo Daniel Balmori Palma, de 34 años, bajó para revisar a los sospechosos, pero estos le dispararon en la panza al agente otra vez con la escopeta calibre 12, tras lo cual corrieron despavoridos.
El citado efectivo, aunque estuvo muy grave, se recupera lentamente en el Hospital de Policía Rigoberto Caballero.
Tras permanecer prófugos durante 24 horas, Elías Manuel Benítez Delgado y Claudio Arnaldo Argüello Pizzani finalmente fueron capturados el 30 de abril luego de un enfrentamiento contra la Policía en la zona de la plaza San Miguel del barrio Cañada de Lambaré.
Los uniformados recuperaron la escopeta calibre 12 robada del guardia de seguridad ahora fallecido y otros dos revólveres que habrían sido usados justamente para matar al custodio de la gasolinera de Luque.
Según información que maneja la Policía, Elías sería un miembro bautizado del grupo criminal PCC y Claudio era su pupilo que estaba siendo “entrenado” para también ingresar a dicha facción.