Actualmente en el mundo hay más de 230 casos notificados sobre una hepatitis pediátrica aguda de origen desconocido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), destacando además que se está investigando una posible asociación de la hepatitis con adenovirus.
Anteayer, el miércoles 4 de mayo, Argentina detectó el primer caso de hepatitis infantil aguda de origen desconocido, tratándose de un paciente de ocho años que está internado en el Hospital de Niños de la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe.
Lea más: Argentina detecta el primer caso de hepatitis infantil aguda desconocida
Al día siguiente, el jueves 5, Panamá también confirmó un primer caso, siendo el paciente un menor de dos años “que se encuentra fuera de peligro”.
Lea más: Panamá detecta el primer caso de hepatitis aguda en un menor de dos años
Situación en Paraguay
Desde el Ministerio de Salud Pública, el Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud, confirmó que en nuestro país todavía no hay un caso sospechoso de esta enfermedad. A la vez, manifestó que el caso de Argentina es un motivo de atención pero tampoco “para alamarse”, si es que los casos de hepatitis que actualmente se registran en nuestro país, siguen dentro de su promedio.
Asimismo, el infectólogo explicó que lo llamativo de este caso es que en Escocia se registraron varios casos de forma seguida, siendo este un “evento raro”, además de la presencia de adenovirus en algunos de los niños que presentan el cuadro.
Por otra parte, Sequera dijo que en la medicina es “muy frecuente” decir que alguna condición está en origen aún desconocido por falta de pruebas o investigaciones, reiterando que existe el riesgo de una hepatitis que no sea de ninguno de los tipos ya conocidos.
Lea más: Salud pide estar atentos por brotes de hepatitis en el mundo
“Existe este fenómeno pero tampoco se sabe lo que es, el mundo no entiende lo que pasa”, señaló.
Signos de alarma
Ante estos casos en el mundo, el Dr. Ricardo Iramain Chilavert refirió que esta sería una “hepatitis nueva” ya que en algunos casos se encontró adenovirus.
Por ello, el médico pediatra resaltó que los padres deben tener en cuenta los siguientes “signos de alarma”, que podrían aumentar la sospecha de la enfermedad:
- Fiebre
- Fatiga y decaimiento
- Poco apetito
- Náuseas, vómito, diarrea
- Ojos rojos (conjuntivitis)
- Dolores en las articulaciones
- Piel amarilla, orina oscura o deposiciones pálidas.
Finalmente, Iramain Chilavert destacó que la forma de preventiva de la enfermedad sería con el lavado de manos y también el uso de tapabocas en algún niño que podría presentar un cuadro sospechoso, evitando así el contagio a más personas.