Los detenidos son moradores de la ciudad de Vallemí y acostumbraban pescar en horas de la madrugada sin alejarse demasiado del territorio paraguayo para facilitar una posible fuga, según el informe difundido por las autoridades brasileñas.
Los equipos de inteligencia prepararon un cerco en los puntos donde comúnmente se realiza la pesca ilegal, según datos que ya tenían, y lograron detener a los pescadores paraguayos.
En poder de los mismos se encontró un total de 170 kilos de pescado, según el informe.
Los compatriotas se exponen a penas de entre uno y tres años de prisión.