Alcohol en Semana Santa: Salud alerta sobre consecuencias en pacientes psiquiátricos y con enfermedad cardiovascular

El Ministerio de Salud Pública emitió varias recomendaciones relacionadas al consumo de alcohol. Especialmente se enfocó en aquellos que padecen alguna enfermedad cardiovascular, o aquellos que consumen medicamentos psiquiátricos. En general recomienda evitar la ingesta, pero pone énfasis en las consecuencias que pueda traer a las personas que poseen alguna patología crónica.

Ministerio de Salud advierte de las consecuencias del consumo de alcohol.
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Aquellos que están sometidos a un tratamiento con medicamentos deben tener en cuenta las posibilidades de interacciones que hay con las bebidas alcohólicas. Si se trata de una medicación psiquiátrica, en especial.

Autoridades advierten que hay un efecto que se denomina potenciación, que es, cuando la persona toma su medicamento, también el alcohol, y así se potencia el efecto, dice el reporte de Salud.

El otro punto que resalta el informe de la cartera sanitaria, apunta a los que sufren enfermedades cardiovasculares. Este es otro grupo que también debe tomar mayores precauciones con el consumo de alcohol, puesto que es tóxico para el músculo cardiaco y produce la miocardiopatía.

La preocupación de las autoridades se centra en estos días, pues se tiene en cuenta que luego de haber estado en confinamiento a causa de la pandemia por COVID-19, las familias vuelven a reunirse en esta Semana Santa. Con la preparación de los alimentos tradicionales, y otras actividades de recreación, el siguiente paso, en muchos casos, es la ingesta de bebidas alcohólicas. Salud, insta a tomar decisiones conscientes y evitar tomar alcohol.

Recuerdan consecuencias por el consumo

El alcohol actúa como un depresor de muchas acciones del Sistema Nervioso Central (SNC), y sus efectos sobre este son dosis-dependientes. En pequeñas cantidades, el alcohol promueve la desinhibición. Pero con el aumento de esta concentración, el individuo pasa a presentar una disminución de la respuesta a los estímulos, dificultad para hablar, y para caminar, entre otros.

La ingestión de bebidas alcohólicas altera la percepción, los tiempos de reflejo, la capacidad de reacción y la toma de decisiones, por lo que se recomienda no conducir vehículos para evitar sinestros viales y desenlaces fatales.

En otra parte del comunicado, indica que no hay forma de acelerar el proceso de metabolización del alcohol. El cuerpo lo elimina de tres maneras posibles: evaporación, excreción y a través del metabolismo, y para ello sigue su curso y ritmo normal.

El hígado tan sólo es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol en sangre cada hora, con lo cual el proceso de eliminación (dependiendo del alcohol consumido) podría llegar a finalizarse incluso 19 horas después.

Si la persona alcoholizada duerme y no responde a los estímulos dolorosos (pellizcos, golpes y movimientos), significa que se encuentra en el último grado de intoxicación, en estado de coma. Al observar este cuadro, hay que llevar inmediatamente al afectado al Servicio de Toxicología del Centro de Emergencias Médicas, ya que se trata de una urgencia toxicológica y la persona puede fallecer por parálisis respiratoria.

Se sugiere que, aquellas personas que toman en exceso, pero no llegan a un estado de intoxicación, no se los acueste boca arriba ni boca abajo, sino de costado, de manera que cuando duerman, no sufran asfixia por vómito.

Recomendaciones para no llegar a un estado de embriaguez

Como medida de acción para no llegar a la embriaguez, el ministerio, aconseja beber agua entre bebidas alcohólicas. Esto no solo ayudará a mantenerse hidratado, sino que también dará facilidad para ralentizar su consumo, y mantendría cómoda a las personas, en un entorno social. Además, podrá amanecer fresco y sin ningún tipo de secuela (resaca) relacionada con el consumo de alcohol.

Es fundamental poner atención a las bebidas mezcladas con frutas y/o saborizantes debido a que, como son muy dulces, no se perciben los efectos de las mismas en un primer momento, por lo que su consumo se realiza en mayor cantidad.

Los conductores de vehículos no deben consumir alcohol, ya que al cuerpo le lleva 72 horas eliminar el alcohol que ha ingresado al organismo. Esto, independientemente a los fármacos que se consuma para contrarrestar los síntomas de la resaca.

Por más de que la persona no se sienta borracha, el tiempo de respuesta se retrasa, por lo cual ya está incapacitada para manejar.

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