Ramírez, en conversación con ABC Color, manifestó que este año, en comparación con anteriores, el pedido de chipas para la Semana Santa se redujo a una o dos docenas, mientras que en otros tiempos, incluso en pandemia, tenían encargos de tres a cinco docenas.
La disminución de las ventas se debería a que hay poco circulante de dinero y peor ahora, con el elevado costo del combustible, que hace que todos los productos de la canasta familiar aumenten sus precios. El incremento también se ve en el queso (G. 30 mil), almidón (G. 200 mil por bolsa), grasa (G. 200 mil) y huevo (G. 30 mil). Esto le obligó a aumentar G. 500 por cada chipa que vende.
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“Voy a hacer un gran esfuerzo y, por pedido para la Semana Santa, el precio de la chipa será de G. 25 mil por docena”, expresó Ramírez.
También manifestó que desde hace 33 años se dedica a la elaboración de la chipa en su vivienda del barrio María Graciela de Ayolas. Se registren heladas, lluvias o calor, todos los días sale a la calle a vender sus productos para sostener a su familia.