La chipa es un alimento mestizo, comunitario y familiar, afirma monje

SANTA MARÍA DE FE. El superior del Monasterio San José de esta localidad, padre Wilber Mendoza, explicó que la chipa es una conjunción de elementos guaraníes y españoles. “Es un alimento culturalmente mestizo. Hacer la chipa es algo comunitario y familiar, más que social”, enfatiza el sacerdote.

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El padre Wilber Mendoza, monje del Monasterio San José de la localidad de Santa María de Fe, departamento de Misiones, explica, en base al libro de la historiadora Margarita Miro Ibars, quien llamó con propiedad a la chipa “el pan sagrado”.

El sacerdote señala que los indígenas guaraníes, al igual que varias tribus del continente americano, consideran al maíz como un regalo divino, “fruto sagrado del cual se elaboran los más diversos alimentos”.

Según el monje Mendoza, la chipa nació con la llegada de los españoles, porque varios ingredientes como la grasa de cerdo, el queso y el huevo de gallina eran desconocidos en el nuevo continente.

“Es aquí donde este pan adquiere una simbiosis en la cual se consolida la chipa que actualmente conocemos”, comentó, agregando que en las crónicas de los misioneros se anota que los guaraníes preparaban tortas y panes de mandioca y maíz, pero no especifican los nombres de esos alimentos.

Según el padre Mendoza, en el contexto de la Semana Santa la chipa alcanza su mayor visibilidad social y como parte de la tradición en las familias paraguayas.

“Mirando sus ingredientes y sus usos parece como nacida del corazón de estos días santos e inspirados para acompañar visceralmente los misterios de la pasión y muerte del Señor y de su obra redentora”, dijo.

Comparó a la chipa con el pan eucarístico, señalando que es un pan sin levadura, de mayor resistencia a la descomposición.

El padre Mendoza señaló que la chipa, en el contexto de la Semana Santa, constituía un alimento duradero para mitigar el ayuno mientras se participaba del Triduo Sacro, pues desde la noche del Jueves Santo y la celebración del lavatorio de los pies se entraba en un ayuno penitencial hasta el sábado por la mañana.

“La chipa vendría a ser lo que en la tradición religiosa y monástica de la iglesia se llamaba colación. Según la Real Academia de la lengua Española esta palabra proviene del latín collatio, y significa refacción o refección que se acostumbra a tomar por la noche en los días de ayuno”, dijo.

El padre Mendoza comentó que antiguamente en Paraguay, al empezar la Cuaresma, las familias calculaban cuántas chipas serían necesarias con anticipación. “Forma parte de una economía igualmente cuaresmal, de austeridad y preparación para la fiesta de Pascua”, relató.

Una fiesta incluyente y familiar

El monje Mendoza, responsable del patrimonio diocesano de Misiones y Ñeembucú, señala que la chipa es una comida comunitaria y familiar, una tarea que incluye a la “familia guasu” donde los ancianos transmiten la sabiduría de las recetas y supervisan el trabajo, los jóvenes amasan y atizan el fuego en el tatakua; moldean creativamente la chipa con diversas figuras como la chipa argolla, el lopi, yacaré, escalera y otras formas en clima de fiesta.

Santa María de Fe es una localidad situada en el departamento de Misiones, 242 kilómetros al sur de Asunción. Fue fundada en 1669 por el padre Emmanuel Berthod, quien realizó numerosas obras barrocas con los indígenas.

Es uno de los cuatro pueblos jesuíticos de las Misiones que conservan patrimonios de arte barroco hispano guaraní.

Santa María se encuentra a 12 kilómetros de San Ignacio. Para llegar a la localidad viniendo de Asunción por la ruta PY01 Mariscal López se dobla a la izquierda en el cruce Santa María y la derecha de Encarnación.

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