Jorge Samaniego, presidente de la Cámara Industrial Paraguaya de Motocicletas y Automotores (Cipama), afirmó que la principal preocupación del gremio es la inflación y pidió al Gobierno que realice las gestiones necesarias para contenerlo. “No sé si el aumento del salario mínimo sería una alternativa pero hay que contener la inflación. La gente está perdiendo poder adquisitivo y le cuesta pagar la cuota de una moto”, expresó.
Samaniego afirmó que las ventas de motocicletas se mantienen en promedio a lo esperando en esta temporada y que al año es de 13.000 unidades, y que se encuentra en niveles pre pandemia. Aunque, observó que gente que cambió el biciclo por automóvil económico, conocido como “chileré” (vehículos usados, importados vía Chile), volvió a movilizarse en el vehículo de dos ruedas debido al incremento del valor de combustible.
“El servicio de transporte público es ineficiente, funciona mal en Central y en el interior, casi ni hay. Pero todos los contribuyentes pagan una fortuna a los transportistas, mediante los subsidios”, cuestionó. En el citado contexto, la moto se convierte en prácticamente la única alternativa para la ciudadanía para poder movilizarse para ir a sus estudios o el trabajo, e incluso fue una importante generadora de empleo en medio de la pandemia pandemia con el auge de los servicios de entrega a domicilio (delivery), explicó.
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Teniendo en cuenta que el contexto social y económico ubica a la motocicleta como vehículo de primera necesidad, Samaniego indicó que al gremio le preocupa el aumento de la inflación, ya que deriva con una disminución de la calidad de vida de la ciudadanía.
Régimen de Turismo Comercial y su impacto a la economía del país
El titular de Cipama se refirió al proyecto de ley de Régimen de Re Exportación de Turismo Comercial, propuesta que tiene por objetivo importar productos con nulo impuestos y el pago de un anticipo de Impuesto a la Renta Empresarial (IRE). Afirmó que se crearía dos sistemas tributarios en un país y que no existen garantías de que esos artículos dirigidos al turista extranjero no terminen en el consumidor local.
“Si bien no afecta directamente al sector que gremio que representa, sí nos afecta en el sentido del impacto que tendría en la economía, la caída de la recaudación y que se tendría que ver la manera de equilibrar, que podría ser con la creación de impuestos”. dijo.
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Recalcó que nuestro sistema tributario es bastante simple, en comparación con Argentina y Brasil, por lo que de aplicarlo tal como proponen los empresarios fronterizos, alteraría todo el sistema. “Ya rige un sistema de régimen de turismo muy favorable para el sector”, manifestó.
La iniciativa divide a los empresarios del país, los de ciudades fronterizas que buscan ofertar productos más competitivos frente a la de los países vecinos y los de industriales, importadores y otros, que temen que los artículos importados inunden el mercado local, tal como ocurre con el contrabando y a modo de ejemplo se mencionó el azúcar.