La directora pedagógica de la escuela San Roque, licenciada Mirtha Aquino Amarilla, aseguró que los maleantes prácticamente ya se llevaron todos los electrodomésticos, objetos de valor, útiles de escritorio y instrumentos musicales de la institución, dependiente de la parroquia del mismo nombre.
En la noche del martes, alrededor de las 21:00, los maleantes nuevamente ingresaron al predio de escuela, treparon la muralla e ingresaron por la ventanita del sanitario de la dirección. Una vez adentro sacaron la puerta para acceder a la dependencias administrativas y a las aulas, donde recogieron dos guitarras y un órgano, a más del equipo de sonido, que empezaron a sacar del edificio en bolsas de hule.
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Vecinos se dieron cuenta del raro movimiento en el lugar y alertaron a la Policía a través del Sistema 911 y a los responsables de la institución, quienes acudieron al sitio, donde encontraron los destrozos que dejaron los intrusos.
Esta vez mojaron y arruinaron gran parte de los documentos y destrozaron parte de las instalaciones eléctricas, pero gracias al accionar de los vecinos, los ladrones ya no tuvieron tiempo de llevar la computadora, la impresora y dos puertas que ya habían alistado para sacar del sitio.
Escuela sufrió tres robos en menos de 20 días
La licenciada Mirtha Aquino Amarilla señaló que la primera vez que recibieron la ingrata visita de los ladrones fue en la noche del 26 de febrero, esa vez ya llevaron un equipo de sonido y todos los electrodomésticos. Luego regresaron en la noche del 3 de marzo, esa vez ingresaron a través del predio de la Parroquia San Roque, que también funciona como Seminario, actualmente con 20 alumnos.
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Del predio de la Iglesia llevaron dos compresoras grandes de acondicionaron de aire, también cortaron los cables del circuito cerrado.
Seis días después, los ladrones nuevamente ingresaron al predio de la institución educativa, en esta oportunidad vaciaron la cantina, no dejaron un solo caramelo y de paso se llevaron una escalera de aluminio valuado en G. 1.500.000, perteneciente al exalumno Ariel Acosta, quien estaba realizando trabajo de herrería en el lugar, precisamente para asegurar las aberturas.
Nuevamente, los indeseables regresaron en la madrugada del 14 de marzo, esta vez destecharon una parte del añejo edificio para acceder nuevamente a las cantina y aprovecharon para romper algunos muebles.
Según la directora ya es incalculable todo el daño que los delincuentes causaron en la escuela que alberga 156 alumnos, todos de la zona de la Chacarita y pese a todas las denuncias que efectuaron en la comisaría jurisdiccional, la 3° de Asunción y en el Ministerio Público no encuentra una solución para el problema de los robos.