La carencia de medicamentos oncológicos, así como también de insumos y reactivos para análisis laboratoriales, es frecuente y una problemática que tanto el Ministerio de Salud Pública (MSPBS) como el Instituto de Previsión Social (IPS) no logran solucionar.
La constante falta de las drogas obliga diariamente a cientos de pacientes en tratamiento a tener que solventar la compra en las farmacias de plaza, ocasionando esto millonarios gastos de bolsillo.
Lea también: Incan: pacientes recurren a compra ilegal por falta de medicamentos
Además de tener que lidiar con la irregular provisión de fármacos en los nosocomios que brindan asistencia médica a los pacientes oncológicos, en nuestro país los medicamentos cuestan hasta seis veces más, denuncian desde la Asociación de Pacientes con Cáncer y Familiares (Apacma). La situación motiva a muchos a tener que recurrir a la compra clandestina, principalmente en Clorinda, Argentina.
“Medicamentos que acá, en las farmacias de Asunción, cuestan hasta G. 350.000, en Clorinda se consiguen por G. 60.000″, lamentó Juana Moreno, de la Apacma, quien pide la intervención de Salud Pública, para reglamentar los precios.
“Ya en la época del exministro (Julio) Mazzoleni habíamos pedido que Salud Pública intervenga en el costo de los medicamentos mediante una ley, pero seguimos padeciendo siempre de lo mismo”, se quejó.
Indignantes diferencias
La representante de los enfermos oncológicos citó como ejemplo de los elevados costo en nuestro país, el precio del Anastrazol, un medicamento en constante falta en el Instituto Nacional del Cáncer (Incan).
Según dijo Moreno, en una farmacia de Asunción se encuentra a partir de G. 375.000, ya que dependiendo del laboratorio el precio puede llegar incluso a G. 500.000, pero en Clorinda cuesta G. 60.000 la caja.
Lea más: IPS no da respuesta a asegurados que reclaman medicamentos oncológicos
Otro de los medicamentos que se requiere habitualmente de manera urgente y que recientemente se denunció está en falta en IPS, es Temozolomida, que tiene un costo que ronda los G. 2.000.000 por caja de cinco comprimidos, en tanto que en Clorinda ronda los G. 500.000.
Sin embargo, al ser una medicamento utilizado en tratamientos de 30 días, el precio total es de G. 12.000.000 en Paraguay, mientras que en la frontera, la misma cantidad de cajas, que serían seis en total, cuesta G. 3.000.000, precisó Moreno.
Otro fármaco con elevado costo es Dacarbazina. En nuestro país, cada ampolla ronda los G. 250.000, en tanto que en el vecino país cuesta menos de G. 75.000.
“Todo es mucho más barato y no es porque la cotización del peso argentino esté tan bajo, siempre fue así. Lo que siempre nos preocupa es si esos medicamentos que se venden tan barato en Clorinda tienen registro sanitario”, dijo Moreno.
Ni con amparos solucionan carencias
Para someterse a sus sesiones de quimio o radioterapia, los pacientes oncológicos dependen de varios fármacos, que según denuncian no obtienen ni siquiera vía amparos presentados ante Salud Pública. El ministerio alega que la licitación y compra de los medicamentos fue descentralizada de la cartera sanitaria y depende del Instituto Nacional del Cáncer (Incan).
Su director, el doctor Julio Rolón, reconoció días atrás que los pacientes se ven obligados a comprar en las farmacias del vecino país, pero que esto se debe -principalmente- a que muchas de las drogas están en falta en Paraguay.