El pasado 27 de febrero, la joven mujer Nélida Arens Báez, de 31 años, murió tras dar a luz su segundo hijo en la Unidad de Salud Familiar (USF) del distrito de Villa del Rosario.
La familia, sumida en el dolor y la impotencia, clama justicia y que se aclare la muerte, como así también lamentan la precariedad en que se brindan los servicios de atención en materia de salud pública.
Autoridades junto con la población en general se unen al dolor de la familia y elevan la voz de reclamo al Ministerio de Salud por mayor equipamiento y, de ese modo, evitar la pérdida de más vidas a causa de la falta de inversión pública.
La madre de la mujer fallecida, Bernardina Báez, busca explicación y, sobre todo, pide inversión en salud pública para evitar más muertes. “Perdí a mi hija, deja dos hijos, su pareja es albañil y yo me gano la vida vendiendo menudencias; necesitamos saber de qué murió mi hija, nos dicen que sangró todo, pero nos explican qué fue lo que pasó”, dijo la desconsolada madre.
El distrito cuenta con unos 12.000 habitantes y el intendente Julián Barressi (ANR), junto con los concejales y la población en general, acompañan el dolor de familia.
También lamentan la desidia de Salud Pública. “Nuestra unidad de salud en principio fue construida por la población, luego mejoró la municipalidad; casi nada invierte el Ministerio de Salud”, reclamó el jefe comunal y, al mismo tiempo, criticó la precariedad: “No se hace cirugía, no tenemos laboratorio, los sábados y domingos está prohibido enfermarse. No tenemos equipos ni funcionalidad”.
En caso de urgencia la población debe trasladarse hasta el hospital distrital de Santaní, distante unos 90 km del lugar.
Intentamos tener la versión de la directora de la Segunda Región Sanitaria, doctora Laura Vargas, pero no atendió nuestra llamada telefónica. La jefa de Salud es muy cuestionada por su trabajo; sin embargo, goza de la protección del diputado oficialista Freddy D’Ecclesiis e ingresó al cargo como “cupo” del parlamentario sampedrano, según las denuncias.