Ante la suba incesante del precio de los combustibles, los taxistas no encuentran la manera de contrarrestar este incremento más que aumentar su tarifa. Sin embargo, en este punto se encuentran ante una encrucijada, pues las demás plataformas de transporte urbano les hacen “competencia desleal”, dicen, y esto les impide alzar sus precios.
Las especulaciones sobre un nuevo incremento de los combustibles preocupan y mucho a los trabajadores del taxi y advierten que, de registrarse esta nueva suba, tendrán que trabajar solamente para llenar sus tanques.
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Ya no lo toleran
En este escenario, ya no toleran otra suba implacable del combustible y se mantienen expectantes a lo que ocurra en estos días, pues se habla de que los emblemas volverán a tocar las tarifas.
Algunos conductores contaron que desde hace 14 años no modifican su tarifa; sin embargo, si se da un nuevo aumento, sí tendrían que subir de precio.
Los que la están pasando peor son los taxistas que no son dueños de sus vehículos, porque tienen que distribuir la ganancia entre el propietario, el gasto del vehículo y el conductor.
Ejemplificaron que, de un G. 100.000 bruto que se gana, G. 50.000 va para el combustible y el resto se lo tienen que dividir como ganancia.
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Gastos son numerosos
Señalaron también los gastos que tienen, como la inspección técnica de la Municipalidad que se debe hacer cada seis meses, además de la habilitación anual y el mantenimiento del vehículo, cubiertas, repuestos, etcétera.
Advirtieron que, si sube nuevamente el carburante, ya no saben a dónde irán a parar, porque no es solo la suba del combustible lo que les afecta, sino la de los alimentos de la canasta básica y demás elementos de subsistencia.
Recordaron que a lo largo del tiempo hubo momentos en que creyeron que estaban mal económicamente, pero “a este punto de tres o cuatro subas en un año no se llegó nunca”, dijeron.
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