Enrejada la Plaza Uruguaya, familias indígenas con varios niños están viviendo en los pasillos de la histórica estación central del ferrocarril, inaugurada en 1.861, en el centro de Asunción. Niños y adultos de todas las edades, en condiciones de vida extremas, acampaban ayer en ese sitio, a la espera de una respuesta del Gobierno a sus reclamos.
“Hay un interés (en enrejar la estación del tren); en un momento se habló de un vallado para evitar más destrucciones al Ferrocarril, que fue objeto de muchas acciones. La gente hasta prende fuego para calentar su comida, entonces tengo entendido que inicialmente sí habría un interés, pero nosotros no hemos autorizado aún”, indicó ayer el ministro de Cultura, Rubén Capdevila.
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“El presidentre de Fepasa (Ferrocarriles del Paraguay SA) estaba interesado en proteger eso, pero todavía no llegó a mi despacho el pedido”, añadió el ministro. Detalló que este tipo de decisiones las toman los responsables de los inmuebles históricos, quienes piden la autorización de la Secretaría Nacional de Cultura y la Municipalidad de Asunción.
Rejas son temporales
El ministro Capdevila indicó también que el cerco instalado en la Catedral de Asunción este fin de semana, debe ser reversible, “porque el día de mañana, cuando mejore el entorno, eso se tiene que retirar. Lo mismo con el Ferrocarril, debe ser necesariamente para retirar (el cerco) una vez que se soluciona el problema social de base”.