La acusación da cuenta de que en la noche del 19 de agosto del 2020 Fernando Nicora ingresó a la Clínica La Veró, ubicada en Herrera 933 casi Estados Unidos, con fiebre alta y otros síntomas de covid-19.
Por indicación del mismo Dr. Aurelio Espínola Caballero, el paciente quedó internado y recibió tratamientos alternativos indicados por el galeno, quien pese a la insistencia de la esposa de Nicora, la magistrada Sonia Deleón, el ahora acusado se negó a realizar prueba del covid, porque a su criterio, el paciente tenía un “cuadro bacteriano”.
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“(...) el Dr. Espínola descartó verbalmente sin haber seguido el protocolo para pacientes con afecciones respiratorias, ni las indicaciones médicas para casos de covid-19, omitiendo seguir el protocolo médico para diagnóstico y tratamiento, alegando que no eran necesarios, mencionando nuevamente conocer el cuadro que presentaba su paciente Fernando Nicora y que en su caso ya la estaba medicando como si tuviera covid-19 (...)”, señala la acusación.
Ante el agravamiento del estado de salud de Nicora, su esposa providenció su traslado al sanatorio La Costa, donde ingresó el 22 del mismo mes, pero falleció.
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Clínica tenía habilitación vencida
Recordemos que tras la muerte de Nicora, una auditoría realizada por la Superintendencia de Salud reveló que la habilitación de la La Veró estaba vencida y además, le fue otorgada únicamente para atención ambulatoria, es decir, nunca fue habilitada para internaciones.
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El fiscal Grisetti destaca que la ozonoterapia que Espínola suministró a Nicora no figura como tratamiento recomendado por el protocolo divulgado por el Ministerio de Salud para la atención de casos de esta naturaleza.
“(...) el acusado aplicó un diagnóstico incorrecto que lo llevó a dar un tratamiento inadecuado, es decir, una acción descuidada al diagnosticarle como neumonía bacteriana cuando en realidad tenía la viral, y que exige tratamiento urgente y rápido con antivirales y seguir los protocolos médicos y recomendaciones del Ministerio de Salud Pública, por lo que entre lo que tenía que hacer un médico cuidadoso y lo que hizo el acusado se concluye que fue descuidado, en otras palabras, fue imprudente y negligente al momento de diagnosticar sin haber hecho lo más básico como ser el hisopado nasal, para confirmar o descartar covid-19 ni la placa radiográfica de tórax que le hubiera permitido saber el estado real de los pulmones”, afirma Grisetti.
“Y aún así lo siguió tratando con medicamentos y sustancias para tratar neumonía bacteriana, cuando la afección fue covid-19; como corolario, dejó internada a la víctima Nicora en una clínica que no tenía habilitación para ello”, agrega el agente fiscal en su acusación.