Las aulas cobran vida en un nuevo desafío por salvar la educación

Las clases 100% presenciales se inician hoy después de dos años de encierro, la emoción de los niños y adolescentes ya puede sentirse en las calles desde muy temprano, con un desfile de uniformes, mochilas de todos los colores y sonrisas, todavía detrás de los tapabocas. Mientras que la virtualidad dejó al descubierto nuevas falencias en la educación, las anteriores permanecen, como el hecho de que muchos niños van a dar clases bajo los árboles.

Emocionados, inocentes, los niños vuelven hoy a las aulas, en las que merecen recibir la mejor educación posibleVirgilio Vera, ABC Color
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Esta mañana, los automovilistas daban paso a niños, que de la mano de sus padres o encargados, se dirigían hacia sus respectivas escuelas y colegios. Entre correteos y saltitos, los niños demostraban su emoción por el inicio de las clases. Entre sus útiles escolares, también portaban sus respectivos tapabocas, incluso algunos llevaban su tarjeta de vacunación. Muchos se reencontrarán con sus compañeros y otros en cambio, incluso pisarán una institución por primera vez. Hay quienes pasaron de grado sin siquiera haber aprendido a leer.

El lavado de manos, uso de tapabocas y el distanciamiento siguen siendo aplicados como medidas anticovid en las instituciones

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El tráfico vuelve a ser un caos en las avenidas principales y en los alrededores de las escuelas y colegios de la capital, los padres vuelven a ajustar sus agendas entre sus trabajos y llevar a sus hijos a sus respectivas instituciones. El transporte público vuelve a subir a adolescentes y jóvenes estudiantes. Estas “escenas estudiantiles” vuelven tras una pandemia que obligó, entre otras situaciones, a recibir educación a través de una pantalla. Otros con menos “suerte”, no pudieron ni siquiera acceder a un dispositivo que les permita tener clases en esta modalidad.

Niños listos para dar clases en el Centro Regional Saturio Ríos

De acuerdo a la opinión de muchos padres, la enseñanza y el aprendizaje serán mejores con la clases presenciales, aunque señalan que son conscientes de que todavía hay niños que recibirán educación bajo árboles, debido a la falta de infraestructura. Otras instituciones, sin embargo, representan un peligro debido a la precariedad de sus instalaciones y el abandono que presentan sus paredes y techos, incluso desde mucho antes de la pandemia, pero hasta ahora no fueron reparados.

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Instituciones del interior del país siguen siendo las más afectadas, en donde hasta los accesos para llegar a ellas son todavía materia pendiente del Gobierno.

Al respecto, esta mañana, el ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, dijo que van a reubicar a los estudiantes de instituciones que no tienen la infraestructura en condiciones. “Como situación de emergencia, tenemos unas aulas móviles que podremos instalar en las escuelas, y en donde no logremos llegar con las aulas móviles, porque tampoco tenemos para resolver todas las instituciones, seguro vamos a reubicar a los alumnos en escuelas más cercanas”, manifestó Brunetti.

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Mientras tanto, los niños asisten a su primer día de clases, contentos y llenos de expectativas, ingenuos, alejados tal vez de la realidad. Por su parte, los docentes retornan con sus propios desafíos y necesidades. Los más dedicados, decoraron las aulas para da una colorida bienvenida a los alumnos. Retoman la misión de encauzar a los pequeños y adolescentes, conscientes de que van a recibir a “cabecitas” sedientas de información, que por el momento son resultado de una educación con innumerables brechas, de las cuales se deberán hacer cargo las partes responsables.

Bienvenida a los alumnos del colegio República Argentina

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