Desde el 11 de marzo de 2020, cuando se suspendieron las clases debido a la llegada del covid-19 al país, miles de estudiantes dejaron de ir a la escuela. La prioridad para el Gobierno pasó a ser la educación a distancia. En los sectores más favorecidos se utilizó la tecnología, que permitió clases virtuales. En otros contextos, los chicos recibieron contenido por What´sApp o fotocopias.
Ya con las vacunas anticovid disponibles y con los casos de covid-19 descendiendo, mañana, 21 de marzo de 2022, los chicos volverán a desarrollar clases 100% presenciales. Pese a las trabas que suponen la falta de infraestructura y recursos económicos en decenas de escuelas, el entusiasmo se siente en estudiantes, padres, docentes y directivos. El desafío, empero, es enorme.
“El mayor reto es garantizar oportunidades de un aprendizaje significativo y oportuno para los estudiantes. Y eso va a significar recuperar esa pérdida de aprendizaje y una atención integral también”, señala la viceministra de Educación, Alcira Sosa.
“Sabemos que además de las pérdidas de aprendizaje, hay otras situaciones por las que han atravesado los estudiantes; el hecho mismo del distanciamiento social, la pérdida de familiares y amigos, las situaciones socioeconómicas complejas que afectan a muchas familias. El reto que tenemos como sociedad es poder garantizar ese retorno, seguro no solo en términos de bioseguridad, sino seguro en todos los aspectos”, añade Sosa.
La viceministra explicó que este 2022 las clases presenciales serán prioridad, pero serán insuficientes, por lo que habrá un proceso de nivelación “a contraturno”, en la modalidad a distancia, de manera virtual o mediante materiales impresos del Ministerio de Educación (MEC) o elaborados por los docentes. Esto dependerá, indicó la viceministra, de cada grupo curso, ya que habrá chicos con distintos niveles de conocimiento.
Autorización de los padres para educación a distancia
Este año no se requiere autorización para ir a clases presenciales, “pero si por A o B circunstancia, los padres todavía no se sienten confiados de enviar a sus hijos, tienen que comunicar por escrito a la institución. La institución va a estar buscando las alternativas de poder dar atención, o estaremos buscando instituciones donde puedan ser atendidos niños en esa modalidad (a distancia)”, explicó la viceministra.
La vacunación anticovid no es una condición para asistir a la escuela. “Se garantizan las vacunas para las familias que quieran vacunar a sus hijos. De hecho, vamos a empezar desde el martes la vacunación en las escuelas, pero no es condicionante y no vamos a tener sectores de vacunados y no vacunados”, recordó Sosa. Tampoco en transportes escolares se puede exigir vacunación, dijo. Remarcó también que los docentes no vacunados actualmente son unos 5.000. Ellos deberán presentar un test covid cada 15 días.
“Burbujas” por falta de infraestructura en escuelas
La viceministra de Educación, Alcira Sosa, dijo que ninguna escuela comunicó que no podrá iniciar clases presenciales por problemas de infraestructura o recursos. Sin embargo, en unas 500 instituciones educativas se dividirán los grupos en burbujas, como el año pasado, por falta de espacio o porque hay sectores que necesitan refacciones.
“No tenemos ninguna comunicación de que no van a iniciar de manera presencial. Lo que sí tenemos, que es obvio por la situación del tamaño del aula, y esto ocurre tanto en las públicas como en las privadas, es que en algunas instituciones que tienen muy alta matrícula, van a tener que organizarse en burbujas. Si bien disminuyó el distanciamiento a 91 centímetros, igual el condicionante es el tamaño del aula que tienen. Se van a organizar en burbujas mientras rija este protocolo, que es dinámico. Son aproximadamente 500 instituciones, de las 10.277, de primaria y secundaria, de los sectores público, subvencionado y privado”, indicó Sosa.
Cuando se le consultó si hay escuelas o colegios que no puedan dar clases presenciales por problemas de infraestructura, la viceministra señaló: “Lo que tenemos son de acondicionamiento, en algunos casos”. Esta es la situación, por ejemplo, de 79 escuelas que debían recibir aulas que la empresa Estructura Ingeniería SA (EISA), de Alberto Palumbo, no terminó. El MEC le había adelantado G. 6.475 millones. El contrato está en proceso de rescisión.
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“Con la rescisión de contratos, se están readecuando en las mismas instituciones otros espacios para su uso, o en todo caso están organizando burbujas por esta situación, de que tenés menos cantidad de aulas”, indicó Sosa. El Sindicato de Directores (Sinadi) denunció que hay 3.432 instituciones que necesitan algún tipo de intervención en infraestructura y hay más de 400 baños tipo letrina.