Encontramos algunos detalles que requieren el interés de los encargados de la Costanera. Por ejemplo, algunas lámparas de su iluminación están rotas y contienen agua en que se pueden reproducir las larvas del Aedes aegypti.
Estos postes de luz con agua también podrían transmitir electricidad, un peligro para quienes toquen estos artefactos, ya que se encuentran al paso. Recordemos que el 15 de enero pasado una joven de 18 años falleció electrocutada en este lugar.
A unos metros se encuentra el hermoso jardín de Turquía, que suele tener algunos desperdicios de agua, porque quizá falta redireccionar las mangueras.
La necesidad de agua del césped y los arbolitos es tan grande que la tierra pide a gritos un riego, como casi todo el país, pero el agua se estanca en los caminos cementados.
También falta rellenar algunos pozos y cubrir en buena forma otros, cuyas tapas de cemento dejan peligrosos huecos donde fácilmente puede caer un niño o un animalito.
Los cauces de arroyos y ríos deben ser vigilados y limpiados para evitar los olores pestilentes, y un llamado especial a quienes velan por la seguridad para evitar los incendios y quemas de basura que envenenan el aire.
Son pequeños arreglos que no demandarán mucho trabajo. ¿Notó usted otras fallas?