Félix de Azara asentó en su manuscrito sobre los nombres comunes de esta ave lo que sigue:
“Tiene alguna semejanza esta ave a la anterior [Ano (Crotophaga ani)] en el pico y el color, y sin duda que por esto la llaman también Annó, y para distinguirlo le añaden el guasú, que quiere decir grande, porque en realidad es mayor. Algunos le llaman Acahé-chiriri, que quiere decir Acahé-frito”; y en sus Apuntamientos:
“Significa annó grande, y le llaman así porque lo es más que el anterior [Ano (Crotophaga ani)]; de quien también difiere en ser muchísimo más escaso, y en la esquivez; porque se oculta, huye, y se sitúa con cuidado tan particular, que no se consigue fácilmente verle ni tirarle, aun cuando se oye cantar a 15 o 20 pasos”. Sobre la esquivez de esta ave ya se ha señalado lo que costó a nuestro naturalista encontrarla y cazarla.
Bertoni (Vocabulario) registró los siguientes nombres comunes: Anó guasú (en Paraguay, Argentina y parte del Brasil), Anó guaikurú (en Corrientes, porque corre las costas como los pescadores indígenas), y Anó hũ (para ambas especies, C. ani y C. major, por los guaraníes de Río Verde), y aclaró que la palabra Anó es onomatopéyica; y, Gatti (Enciclopedia), por su parte, solo el de Anó guasú.
Con suma dificultad Azara pudo matar de un fusilazo al individuo que describió, entre unos matorrales del arroyo de las Salinas, en los que también halló una familia; fueron estos los únicos Ano guasu que vio entre 1784 y 1787.
En sus Apuntamientos refirió que tuvo una hembra de la especie; que el padre Noseda le dio noticias sobre esta ave; y, que no la había visto al Sur de los 27°.
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Nomenclatura
Sonnini, al igual que Azara, reconoció al Ano guasu en el Ani des palétuviers de Buffon (Crotophaga major). Agregó que esta especie es muy conocida en Cayena, Santo Domingo, y otras colonias americanas, y que todo lo que Buffon ha dicho sobre ella es la más exacta verdad; que si las observaciones de Azara no concordaban con el relato de Buffon es porque estas aves tendrán diversos hábitos en uno y otro país; que esta es la conclusión natural y más decente que las negativas acusaciones de Azara al caballero Lefèvre-Deshayes, una persona muy estimable que proporcionó a Buffon una relación muy interesante y correcta sobre los Ano que Azara, sin embargo, estima llena de falsedades y mentiras; y que, ante tal tono de crítica, la Historia Natural pronto parecerá una arena de gladiadores.
Azara comentó en sus Apuntamientos lo que sigue:
“Mi naturalista le llama ani des palétuviers, porque dice habita las cercanías del agua salada, donde hay manglares, pero es falso que prefiera la inmediación de aguas saladas ni otras; y si es que se encuentra allí con más frecuencia, es porque hay matorrales más frondosos y enredados, que es lo que apetece. Le asigna la estatura y cola que yo. En cuanto a colores, dice son los del precedente, aunque más variados por los ribetes verdes brillantes de la espalda y cobijas. Le aplica identidad de costumbres con el anterior [Ano (Crotophaga ani)], añadiendo que si no constase que no se juntan y que viven en diversos lugares, se podrían mirar como variedades de una especie; pero que le parecen dos razas separadas que se acostumbraron a vivir en diversos sitios. No hay para qué detenerme sobre esto, pues basta decir, que no hay tales razas, sino especies muy distintas; y que me atengo en todo a mis descripciones. En seguida se copia una carta bien larga, que le chevalier Lefebvre Deshayes escribió en la isla de Santo Domingo. Buffon la aplica al annó guazú, cuando vendría mejor al anterior [Ano (Crotophaga ani)]. En esta carta se explican hasta las más mínimas circunstancias del nido, y de todo lo concerniente a la cría; pero como dice que los huevos son del grueso de los de paloma, y de color de agua marina, y esto es ciertamente falso; se infiere que la carta se escribió por informes de quien mentía. En efecto contiene la tal carta muchas falsedades, que deben separarla de la ornitología; porque además las verdades que encierra están todas en mi descripción”.
Dicho Ani des palétuviers, que aparece en la plancha iluminada número 102 de Martinet con el nombre de Grand Bout de Petun (fig. 1), fue clasificado por Gmelin con el nombre de Crotophaga major (1788, Syst. Nat., 1, p. 363, pl. 1), a partir del Le Grand Bout-de-Petun (punta de petun -o tabaco en tupí-, nombre que Buffon consideró ridículo) de Brisson (1760, Ornit. Ou Mét., 4, p. 180, pl. 18, fig. 2).
El epíteto que identifica a esta especie corresponde a la palabra latina major/mayor, más grande, porque lo es respecto al C. ani.
Costumbres
Azara en su manuscrito se limitó a decir sobre las costumbres del Ano guasu, de las que nadie supo informarle, que:
“jamás la hallé en descampado, ni en lo alto de los árboles, y además con advertencia particular se ocultaba en las mayores espesuras de los matorrales de donde me atisbaba para mudarse cuando yo intentará tomarle la vuelta. (…) Corre con mucha ligereza las ramas espesas, su vuelo es corto y bajo. Cuando uno se acerca canta roncamente sin cesar toda la familia, moviendo murmullo continuo que no parece de aves. (…) solo puedo añadir a lo dicho que me comí el individuo descrito y me supo bien, y que no he conocido diferencia de sexos entre los individuos que he visto a alguna distancia”. En sus Apuntamientos agregó:
“Vive en familias de 8 a 10, siempre en los parajes de grandísimos matorrales frondosos y espesos; y como estos son más frecuentes en las orillas de los arroyos, podría pensarse que desea la proximidad de las aguas: pero no hay tal, porque también vive en lugares muy secos sin salir a descampados. Su voz es una zaloma o murmullo, que no parece de pájaro ni de uno solo, sino más bien una conversación baja de muchos. Noceda asegura que además tiene otro canto semejante al del pavo casero, aunque más suave, bajo y breve”.
Nido
Sobre el nido de esta ave se lee en los Apuntamientos de Azara que:
“No puedo decir de su nido sino que aseguran, que es como el de los anteriores, fabricado en comunidad, y que todas las hembras crían juntas en él. Abrí una que tenía un huevo perfecto blanco, y raspándole con el cuchillo encontré que aparecía verde. Su figura era esferoide perfecta, y los ejes veinte y quince líneas”.
Caracteres
De los caracteres del Anno guasu detallados en el manuscrito Azara suprimió los siguientes en sus Apuntamientos:
Uñas: negras, algo corvas, bastante fuertes y agudas. La mayor, que es la del dedo exterior delantero, tiene cuatro quintos y media líneas de longitud;
Tarso: robusto, desnudo, escamoso y lustroso, como los dedos. La pierna es vestida;
Ojo: negro, la borda interior o menor del iris es de color amarillo verdoso, y lo restante verdeceledón bello. Los párpados son negros con pelos negros, largos y gruesos, solo arriba, y no abajo;
Pico: las ventanas de las narices, que miran bastantemente hacia abajo, están hacia la mitad del grueso de la pieza superior, empiezan cerca de su base, son largas dos líneas, anchas una en su punta exterior, y casi nada en la interior. Están situadas en la dirección de la línea que pasaría por la punta del pico, y sobre el párpado superior. Entre el ojo y el pico no hay sino piel negra. La abertura de la boca por dentro es blanca, menos las bordas o labios que son negros y cortadores, exceptuando los de la pieza superior, hacia la punta, donde con cuidado se notan pequeños como dientes. La lengua apenas ocupa la mitad de lo largo de la boca, es poco gruesa, no muy ancha, blanca, y termina en punta. La pieza inferior del pico, que también es robusta, es muy acanalada por dentro. Lo superior lo es poco, y tiene un cordoncillo longitudinal en el medio. Ambas mitades son agudas de punta. La horqueta está poblada de plumas ásperas, es honda, y se adelanta lo que la mayor elevación del caballete; y,
Cabeza: en medio tiene una peladura que solo se ve separando las plumas que la ocultan, esta empieza en la raíz o base de caballete, dilatándose a lo largo de la cabeza seis líneas, y su anchura de tres. La cabeza es algo pequeña, cubierta de plumas negras y ásperas.