El economista Alfredo Pereira, en entrevista con Factor Clave de ABC TV, se refirió al mercado de los combustibles y detalló las razones que explican los encarecimientos que nuevamente están golpeando el bolsillo de los consumidores en este primer mes del año.
En primer término, mencionó que la suba de la cotización internacional del petróleo está explicada en este momento principalmente por el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania. Alegó que Rusia es uno de los mayores productores (con 524 millones de toneladas en el 2020) y debido a esta situación de tensión con Ucrania (hay amenaza militar y una posible invasión rusa en este país) podrían haber derivaciones en la oferta del producto, que se estaría reduciendo, lo que ya afecta los precios a futuro, que repuntaron y se encuentran cercanos a los US$ 90 el barril.
Según precisó el profesional, el precio del petróleo tuvo su pico de caída en abril de 2020 en el epicentro de la pandemia, cuando tocó un mínimo de 20 dólares el barril en la cotización “Brent” y hasta valores por debajo del cero, -38 dólares el barril en la cotización “WTI” (West Texas Intermediate). Ahora el precio oscila entre 87 y 88 dólares el barril, por encima del valor que estaba vigente en el mercado antes de la pandemia.
Pereira explicó que estos precios son referenciales tanto para el consumo de Estados Unidos y Latinoamérica, donde se usan como informe para el comercio internacional. “Los precios a futuro son un instrumento financiero que permiten, en primer lugar al distribuidor, asegurar una cobertura por la fluctuación de los precios; a través de este mecanismo se puede tener esa cobertura o asegurar un precio por un periodo de tres, seis o más meses”, expresó.
Detalló que claramente el conflicto entre los dos países mencionados afecta la oferta del producto, por lo que los precios a futuro empezaron a moverse en un mercado todavía bastante sensible por la incertidumbre de la pandemia. Además, la posible sanción por parte de Estados Unidos y la Unión Europea a Rusia significará escasez en el mercado. “Una menor oferta y mismo nivel de consumo, impulsarán que los precios indefectiblemente tengan que subir”, afirmó.
Por otro lado, acotó que los países productores de petróleo aglutinados a la OPEP y la OPEP+ todavía no producen los volúmenes de antes de la pandemia. Ellos se reunen cada mes y deciden la cantidad a producir, por lo que son considerados un cartel, pues indirectamente fijan los precios cuando definen la producción. Ellos alegan que todavía hay restricciones sanitarias y que las actividades no están al nivel prepandémico, además de la incertidumbre de la variante ómicron, que en suma hace que no produzcan mayores cantidades.
Otra variable señalada por Pereira es que hay fuertes incentivos a nivel global en los países para reducir el consumo de derivados del petróleo, razón por la cual los grandes refinadores a nivel mundial tampoco están con previsiones de aumentar su producción.
¿Por qué afecta tanto la suba de combustibles?
El especialista de MF Economía detalló que la suba del precio del combustible tiene un gran impacto y una gran incidencia en el consumo básico, ya que es un bien inelástico, pues es un bien difícil de sustituir. La gente no compra un auto eléctrico de un día para otro ni deja de consumir por el hecho de que suba el precio, ya que necesita movilizarse para trasladarse a su lugar de trabajo o actividades diarias, indicó.
Además, mencionó que con la suba de valor de venta de los combustibles los demás bienes de la canasta básica también tienden a sufrir aumentos en sus precios (en forma directa el pasaje de transporte público, fletes, y de manera indirecta los diferentes bienes que componen el Índice de Precios del Consumidor -IPC).
El dólar elevado también afecta
En la última semana la cotización del dólar registró un repunte fuerte en su cotización, no solo a nivel local sino en todo el sistema global, ante la posibilidad de que la Reserva Federal de EE.UU. (FED) empiece a subir las tasas de interés, ante las mejores condiciones en la economía de esa nación norteamericana. En el mercado local, el dólar cerró a G. 7.020 el viernes último y no se descartan impactos en los bienes importados de la canasta básica.