Violencia familiar: con 80 casos denunciados por día, mujeres buscan escapar

En el 2021, la violencia familiar fue el hecho punible más denunciado. Se estima un promedio de 2.440 víctimas atendidas por mes y aproximadamente 80 víctimas por día, según el Ministerio Público. Cuando las mujeres viven con alguien que las violenta y abusa de ellas física y emocionalmente, desarrollan una serie de síntomas crónicos, siendo los más prevalentes el trastorno de estrés postraumático y depresión. Acerca de este tema reflexiona la psicóloga clínica e hipnoterapeuta María Stela Silva Invernizzi.

El Ministerio Público recibió de enero a diciembre un total de 29.288 denuncias por violencia familiar, fue el hecho punible más denunciado.gentileza
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“Ser gorda, me sirvió para protegerme de mi ex pareja que me violentaba y también fue un pretexto para alejarlo, esperando que me abandonara por gorda cuando no era capaz de dejarlo por miedo”, suelen ser algunas de los testimonios que se escuchan.

Las mujeres que sufren maltrato y violencia desarrollan síntomas crónicos, siendo los más prevalentes el trastorno de estrés postraumático y depresión.

En el 2021, la violencia familiar fue el hecho punible más denunciado. Se estima un promedio de 2.440 víctimas atendidas por mes y aproximadamente 80 víctimas por día. En ese sentido, en el 2021 el Ministerio Público recibió de enero a diciembre un total de 29.288 denuncias por el mencionado hecho punible.

Se registra un incremento de casi 8 casos más por día, en relación al 2020 en el cual se atendían a 71 víctimas diariamente. Según el Ministerio Público, cada tres minutos, al menos una mujer fue víctima de algún tipo de violencia en Paraguay, y se registra un promedio de un feminicidio cada 10 días.

La psicóloga clínica María Stela Silva Invernizzi dice que “una persona que viva con alguien que abusa de ella física y emocionalmente suele desarrollar una respuesta de estrés cuando es atacada, esto lo sabemos por experiencia, la misma reacción tienen los animales”.

“Si se repiten los ataques y amenazas, (la víctima) desarrolla una serie de síntomas crónicos, siendo los más prevalentes en las mujeres maltratadas por su pareja el trastorno de estrés postraumático y depresión. Además, cuando la mujer es degradada y ridiculizada por su pareja de forma repetida puede disminuir su autoestima y sentimiento de autoeficacia, incluso, puede llegar a pensar que merece sus castigos y que es incapaz de cuidar de ella, desarrollando una gran inseguridad en sí misma”, agrega la profesional.

Según la psicóloga clínica, los trabajos teóricos, empíricos y clínicos, en el campo de la psicología plantean que los efectos psicológicos del maltrato como experiencia traumática incluyen un amplio rango de respuestas cognitivas, conductuales, emocionales, interpersonales y físicas.

Ser gorda “a propósito”

“Como ejemplo podemos mencionar a mujeres maltratadas que incurren a ingesta compulsiva de alimentos para subir de peso de forma intencional, es decir como un escape de su agresor. La afectación corporal obedecería a una modalidad de resolución sintomal y defensiva ante el descontrol que supone la experiencia emocional de abuso y que puede significar un borrado del cuerpo objeto del abuso, con la consiguiente inhibición de la sexualidad o bien, en otros casos, una actividad compulsiva a la ingesta con el objeto de desaparecer como objeto del deseo sexual del otro y de esa forma alejarse de su victimario y pasar desapercibida como mujer”, señala María Stela Silva.

María Stela Silva Invernizzi, psicóloga clínica e hipnoterapeuta.

Evitar violencias futuras

“Dentro de los factores que influyen o median tanto los efectos psicológicos del abuso como los intentos de las mujeres para evitar y escapar del abuso y protegerse a sí misma incluye; la respuesta institucional que, si es positiva puede no solo ayudar a la mujer maltratada a evitar la violencia en el futuro, sino que incluso puede mediar la gravedad de sus efectos, pero que si es negativa puede generar victimización secundaria; las potencialidades y puntos fuertes de la mujer, que pueden ser desde la confianza en sí misma para encontrar soluciones al problema hasta creer en su derecho de vivir libre de violencia, pasando por la determinación en lograr sus metas, el conocimiento del abuso y sus efectos, sus capacidades organizativas, sociales, ocupacionales; la evaluación, validación, y fomento de estas capacidades puede facilitar en gran medida los intentos de la mujer maltratada para protegerse y evitar violencia futura; los recursos materiales y el apoyo social, que pueden tener un importante efecto en la capacidad de la mujer para responder de forma efectiva ante la violencia, entre otros factores”, concluye la psicóloga clínica.

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