Según indicó el doctor Gustavo Melgarejo, director del INAT, la cartera sanitaria deberá costear en su totalidad la operación requerida por el pastor Emilio Abreu, pese a su situación económica, como a cualquier otro ciudadano.
Conforme señaló, el líder religioso presentó la solicitud y cumplió con todos los requerimientos para acceder al trasplante de médula con el financiamiento del Ministerio de Salud que tiene un convenio con el IPS, único hospital de gestión gubernamental donde se realiza dicho procedimiento.
“No podemos negar la atención”, acotó el médico y explicó que por sus condiciones clínicas, el pastor requiere de esta cirugía.
Igualmente, Melgarejo comentó que la institución no recibió presión alguna -de políticos u autoridades- para facilitar o privilegiar a Abreu para conseguir la cobertura total de su operación.
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Trasplante podría costar unos G. 800 millones
El trasplante de médula al pastor Abreu podría costarle al Estado unos G. 800 millones, monto límite previsto para este tipo de procedimientos.
También recordó que la cirugía a la que será sometido el pastor solo se puede realizar en el IPS y es por ello que la regencia sanitaria estableció un convenio para la cobertura.
Atención sin ser asegurado
Ayer martes, “salió a la luz” el pedido del Ministerio de Salud para el Instituto de Previsión Social (IPS) para “autorizar la realización de trasplante de médula ósea autólogo (...) para el paciente no asegurado Emilio Javier Abreu De Gasperi (...) en el marco del convenio de cooperación interinstitucional suscripto entre el Ministerio de Salud Pública, el IPS y el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT)”.
La solicitud generó polémica debido a que el pastor no es asegurado de la previsional y también por sus conocidos vínculos con políticos y autoridades nacionales.
Los reclamos de la ciudadanía se hicieron sentir en las redes sociales y el principal cuestionamiento es que el líder religioso no es aportante del seguro social y accederá a un procedimiento mientras que muchos otros siendo asegurados no consiguen, muchas veces, ni medicinas para sus tratamientos.