Conexiones clandestinas dejan sin agua a vecinos de San Antonio y Ñemby, dice Essap

Juan Pablo Morínigo, gerente comercial de la Essap, aseguró este jueves que las conexiones clandestinas y las no registradas son las que dejan sin provisión a la ciudad de San Antonio y parte de Ñemby. Incluso, contó que estas conexiones se hacen a plena luz del día y, además de acarrear problemas financieros a la institución, impiden poder brindar de forma correcta el servicio.

Pobladores de San Antonio sufren la falta de agua desde hace varios días.
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Morínigo contó hoy en conversación con ABC Cardinal que los problemas ocurren ya desde 2016, cuando la Junta de Saneamiento del barrio Cerrito de San Antonio fue absorbida por la Essap.

“La junta contaba con 7.200 usuarios registrados. Sin embargo, en la transferencia, que fue traumática, solamente se registraron 4.200 de los que estaban en ese entonces. Hubo una cantidad importante de usuarios que no se registraron. Eso se traduce en una falta de agua, principalmente de Cerrito”, explicó el funcionario este jueves.

Morínigo indicó también que la empresa “está pasando un verano razonablemente bien” y “no estamos sintiendo en forma elevada la cantidad de reclamos por falta de agua”, con la excepción de San Antonio, en donde las conexiones clandestinas causan estragos.

“La cantidad de clientes que tenemos registrados en la zona es de 7.896 (…) Cuando hacemos un balance de clientes registrados vemos que ellos tienen 142.000 metros cúbicos al mes de consumo. Sin embargo, la producción que tenemos en los pozos llega a los 165.000 metros cúbicos. La producción que tenemos cubre la cantidad que tenemos registrados, pero hay conexiones clandestinas o clientes no registrados”, añadió.

Esto no solo afecta a los vecinos, sino también a las arcas de la Essap. “Estamos hablando del 87% de morosidad, unos G. 3.800 millones, y aparte están las conexiones clandestinas. Estamos con una pérdida igual o superior a lo que existe en la ciudad”, refirió.

El gerente comercial rogó a las personas no registradas o con conexiones clandestinas que se acerquen y se formalicen. De esta manera, la Essap tendría una previsión de consumo para que no falte agua.

“Cuando estábamos haciendo los trabajos de infraestructura vimos conexiones clandestinas a plena luz del día. La profundidad de las cañerías no tenía ni 10 centímetros, cuando la norma habla de 80 centímetros. Tenemos planes de pago, facilidad de pago, evitar que se quede sin agua o que pase a un estado judicial”, finalizó el gerente de la Essap.

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