Agüerito logra excelentes resultados con producción de cannábis medicinal

La comunidad Agüerito logra excelentes resultados con el cannábis para uso medicinal. De aquí saldrán plantines para entregar a comunidades, donde ya se organizan como cooperativas. MAG sacó contradictoria resolución en base a dictamen de la Senad.

Dirigentes campesinos de San Pedro, Concepción y Amambay reclaman la legalización del cannábis para uso medicinal. Denuncian monopolio y especulación en la ejecución de proyectos.
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La comunidad de Agüerito, en el departamento de San Pedro, está logrando excelentes resultados con el cultivo de cannábis para uso medicinal.

Alrededor de Agüerito se aglutinan otras comunidades que desean incorporar el cannábis como parte de la producción agrícola familiar.

En Horqueta, departamento de Concepción, comenzó el cultivo de marihuana en base a plantines entregados por Agüerito.

En la comunidad de Agüerito, San Pedro, el suelo se encuentra listo para la siembra de cannábis.

De allí surgió la iniciativa de utilizar los plantines para expandir el cultivo a otras comunidades campesinas, tanto de San Pedro como de Concepción y Amambay.

El cultivo demostrativo montado en Agüerito, el 1 de mayo pasado, ya resultó insuficiente para satisfacer los pedidos de las comunidades de Horqueta (Concepción), San Vicente Pancholo (San Pedro) y Karapai (Amambay).

El proyecto implementado en Agüerito surgió de un acuerdo de cooperación establecido entre la comunidad y la firma Granja Madre SA.

Granja Madre, cuyo titular es Juan Cabezudo, brinda asistencia técnica para la obtención de flores de buena calidad, para su conversión en aceite medicinal de cannábis.

Organizan cooperativa

En procura de abaratar los costos de producción, las comunidades campesinas organizaron una cooperativa para venta y producción de cannábis medicinal.

La prioridad de la cooperativa es obtener semillas de buena calidad en busca del mejoramiento genético de la marihuana que cultivan en éste momento.

Los dirigentes de las comunidades involucradas en el proyecto presentaron notas de autodenuncia en el Ministerio Público y la Secretaría Nacional Antidrogas así como escritos informativos ante la comisión de salud de la Cámara de Senadores.

Eulalio López, secretario general del Movimiento de Resistencia Campesina, señaló que “en todos los casos nos presentamos ante las autoridades nacionales para comunicar que estamos implementando un proyecto de uso de cannábis medicinal”.

Con el cannábis se elabora aceite de uso medicinal. El 80 por ciento de la producción se entrega sin costo alguno a los usuarios.

Agregó que “lo hacemos a plena luz del día, sin nada qué ocultar. En realidad, nuestro objetivo es que las autoridades nacionales vengan a observar nuestras comunidades y sepan lo que estamos haciendo”.

El dirigente campesino resaltó que hace unos días llegaron a Agüerito los senadores Jorge Querey y Miguel “Kencho” Rodríguez, integrantes de la comisión de salud del Senado.

Ambos legisladores se comprometieron a organizar una reunión en el Senado a fin de estudiar alternativas para legalizar el cultivo de marihuana para uso medicinal.

Incumplimiento de la ley

Un punto en el cual insisten las organizaciones campesinas guarda relación con el cumplimiento de la Ley 6007 que obliga al Estado a entregar sin costo aceite medicinal de cannábis a personas que requieran de tal medicamento.

El Ministerio de Salud debería facilitar aceite de cannábis y la explicación que da para justificar el incumplimiento de la ley es que las empresas que recibieron la concesión no fabrican aceite.

Juan Cabezudo, de Granja Madre, mencionó que “el Poder Ejecutivo otorgó la concesión de elaborar cannábis a 12 empresas. Ninguna de ellas produce una sola gota de producto cannábico”.

Agregó el empresario que “las empresas recibieron una concesión que ejercen en forma de monopolio. Sólo ellas pueden “trabajar” en el mercado paraguayo, pero la verdad es que se dedican única y exclusivamente a la especulación. Están viendo a quién pueden vender su concesión. Salvo eso, no hacen nada más”.

El resultado de esta situación, sostiene Cabezudo, es que todo el país está paralizado: no producen aceite cannábico y tampoco dejan producir.

En el caso del aceite elaborado en las comunidades campesinas, el 80 por ciento se distribuye en forma gratuita. Las personas con afecciones diversas se anotan en una lista y reciben sin costo alguno las dosis que requieren para consumir un mes.

La dirigencia campesina reclama el cumplimiento de la Ley 6007 así como la legalización del cannábis, para uso medicinal.

Contradicciones con el cáñamo

El gobierno nacional inició el Plan Nacional de Cultivo del Cáñamo con el argumento de dar una alternativa a las familias campesinas para salir del cultivo ilegal de marihuana.

Sin embargo, el memorandum 16/21, del Departamento de Gestión Territorial del MAG, con fecha 5 de octubre pasado dice: “Los departamentos de Amambay, Concepción, Alto Paraná y Caaguazú son consideradas zonas de mayor cultivo ilícito y zonas de influencia de grupos criminales, motivo por el cuál se recomienda la no implementación del cultivo (de cáñamo) en esas zonas”.

Agrega: “En tal sentido, también se recomienda la no ampliación de la superficie en zonas de San Pedro Norte, y en la zona de Canindeyu sólo se trabajará en comunidades indígenas ya seleccionadas”.

La recomendación vino de la coordinación de producción de cáñamo de la Senad.

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