En la noche del 24 de diciembre, Cristel Katherine Penayo Franco fue encontrada muerta en la vivienda que compartía con su pareja, en Lambaré. De acuerdo a los indicios encontrados en el lugar, aparentemente la joven se quitó la vida, pero sus familiares alegan que se trató de un feminicidio.
A raíz de esto, allegados y amigos de la supuesta víctima iniciaron una campaña en las redes sociales, pidiendo al Ministerio Público que investigue el caso como un feminicidio. “Cristel Katherine Penayo Franco fue encontrada el 24 de diciembre, el día de su cumpleaños, sin vida. Su pareja, Blas Dionisio Francisco Rotela, la asesinó y fingió un suicidio. Cristel no se suicidó, a ella BLAS la mató. Blas Rotela anda como si nada por las calles, suelto”, escribieron en Twitter.
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Conforme alegan, la muerte de la mujer no pudo ser un suicidio debido a que tenía planes de pasar la Navidad con su familia y, además, era víctima constante de los maltratos de su pareja.
Por su parte, la fiscala Rosa Noguera, quien interina en la causa, resaltó que el hecho sigue en investigación y que esperan los informes de Criminalística para determinar si se trató de un suicidio o un feminicidio.
Igualmente, se urgió que el informe de la prueba científica de nitrito y nitrato que fue practicada tanto a la víctima como a la pareja de la misma, a fin de determinar quién de los dos realizó el disparo.
Así también, la autopsia realizada a los restos de la joven determinó que esta no presentaba rastros de lesiones, lesiones externas pre morten, ni rasgos de estrangulamiento. Tampoco se registran lesiones internas o externas anteriores. Y en la escena del suceso no hubo rastros de violencia.
En otra diligencia de la Fiscalía, se obtuvieron informes de la comisaría 15ª de Asunción y la Oficina de Denuncias del Ministerio Público donde no obran denuncias anteriores por violencia.
El cuerpo sin vida de Cristel fue encontrado la pasada Nochebuena en el sofá de su casa con un disparo debajo del mentón que aparentemente fue efectuado con una escopeta calibre 12 cuyo tubo cañón sostenía la infortunada, con la mano derecha, mientras que en la mano izquierda tenía su teléfono celular.
De acuerdo con el relato de los familiares, la joven vivía hace un tiempo con su pareja Blas Vera Rotela (40), con quien mantenía constantes discusiones y hasta peleas, debido a que el hombre aparentemente era muy celoso.