Al mismo tiempo, indicó que según los resultados de los últimos análisis, bajaron los niveles de coliformes fecales y que “están por debajo del límite máximo establecido” por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), para el uso recreativo de los cauces hídricos.
“Acabamos de recibir el último informe de calidad del agua del lago y afortunadamente volvieron a bajar los coliformes fecales, gracias al poder depurativo de los humedales”, expresó Maás. En este sentido, dijo que sumergirse a las aguas del lago dependen de las Municipalidades, las cuáles deben habilitar las playas.
Justamente, el sábado pasado se cumplió un año desde que las aguas del lago Ypacaraí tomaron nuevamente un nivel aceptable tras un largo periodo de sequía que afectó a toda la cuenca del Río de la Plata a mediados del 2020. Para ese entonces, la situación del lago, tanto en calidad y cantidad de agua, era crítica.
La laguna logró mantener un nivel aceptable luego de las lluvias del año 2020 y de la implementación de un dique de geobolsas que permitió regular el nivel de agua que se escurría hacia el río Salado, además de incluir tubos para mantener el flujo de agua adecuado para la vida de los ecosistemas.
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Equilibrio del nivel del agua
Tras varios estudios, la Conalaypa, a través del MOPC, decidió ejecutar un plan para revertir la situación. “Hace un año que estamos logrando un equilibrio en el nivel del agua, el funcionamiento de las geobolsas, acompañado de las lluvias de noviembre y diciembre, permitiendo que el Lago sostenga un nivel de agua aceptable”, explicó Máas.
Asimismo, detalló que, a la sequía de la región, se sumó otro problema: la degradación del umbral de salida del agua del lago a través del Río Salado. Las aguas del lago se escurren en el mencionado cauce hídrico ante la disminución de camalotes y otros tipos de vegetación flotante.
“Trabajamos con los pobladores para evitar que se extraigan los camalotes para la circulación de las canoas. Esto estaba generando un desequilibrio en el nivel del agua del lago”. Explicó que las plantas flotantes del río controlan el paso del agua por el cauce. “Del lago, salía más agua de la que ingresaba”, señaló Maás.
La Conalaypa decidió construir en febrero del año pasado un dique movible utilizando geobolsas, que son bolsas cargadas con arena y sedimentos y como una medida paliativa y temporal para recuperar el nivel de las aguas del lago.
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Para solucionar el problema de la contaminación del lago Ypacaraí se requiere de una inversión de US$ 85 millones en obras de alcantarillado sanitario y plantas de tratamiento en las ciudades de Capiatá, Areguá, Itauguá, e Ypacaraí. Asimismo, indicó que las inversiones que se están realizando en las obras cloacales de San Lorenzo, también ayudarán a disminuir la polución del lago.