El médico, especialista en reconstrucción de manos, agregó que una bomba 12x1 tiene de 12 ó 15 gramos y equivale a 432 kilos de fuerza que revientan en la mano. Esto significa tres a cuatro heladeras cayéndose sobre una mano, según graficó.
Pese a que cada año los especialistas advierten sobre la peligrosidad de manipular petardos y fuegos artificiales en estas fechas, los padres siguen comprando estos productos a sus hijos, poniéndolos en riesgo de graves lesiones o amputaciones de dedos y manos.
A propósito, el doctor Jesús Marín explicó que la amputación de dedos es una de las principales consecuencias del uso irresponsable de estos artefactos, y que quedar en esta condición física determina un cambio catastrófico en la persona y en su vida de allí para adelante.
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“Por un segundo de diversión con pirotecnia podemos arriesgar a los menores a toda una vida desgraciada”, expresó el galeno.
Recordó que en el año 2019 se había promulgado una ley de protección a los menores de edad con respecto al uso de artefactos pirotécnicos, pero lastimosamente es letra muerta.
“Hace un mes operé a un niño de cuatro años que perdió los cinco dedos de la mano. ¿Qué hacen las autoridades en ese sentido, si la venta (de petardos) es indiscriminada?”, se preguntó el médico.
Una bomba de tiempo
Advirtió que el Mercado 4 es una bomba de tiempo, pues la venta está al aire libre a una temperatura elevada al lado de un panchero que trabaja con una garrafa. “Estamos jugando con pólvora”, señaló el profesional.
Desde el punto de vista médico, el experto explicó que clasifican los artefactos pirotécnicos en los de pólvora negra, aquellos que producen lesiones amputaciones y afectan la piel celular, huesos, tendones y nervios, y los de pólvora blanca, que producen quemaduras que pueden ir desde primero hasta tercer grado.
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“Nosotros atendemos hasta quemaduras de segundo grado, después ya enviamos al Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer)”, detalló el doctor Marín.
El alcoholismo contribuye negativamente
Citó como factor importante que se adhiere a la irresponsabilidad del adulto que usa pirotecnia o se la proporciona a un menor, el alcoholismo.
“El 93% de los pacientes mayores de edad que vienen al servicio y después de las 00:00 llegan con intoxicación etílica grado dos. Antes de las 00:00 en su mayoría son lesiones producidas en menores”, explicó, antes de describir que generalmente este tipo de accidente afecta a las manos, aunque también pueden lesionarse gravemente el tórax, la cara, los hombros, etcétera.
Finalmente el galeno hizo énfasis en que un artefacto pirotécnico sea cual sea produce una lesión en el organismo. “Papá y mamá, al comprarle un petardo a tu hijo estás eligiendo el daño que le vas a provocar”, enfatizó.