El pasado miércoles 17 de marzo último, un tramo de un túnel colapsó en el sector de la Iglesia Católica del penal aparentemente a raíz de las copiosas lluvias caídas en aquellos días. Pese a los trabajos efectuados por los expertos, nunca se pudo confirmar dónde estaba la boca o dónde se iniciaba la excavación y menos hacia dónde se dirigía.
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Desde ese momento, son permanentes los rumores sobre la presencia de una profunda y larga fosa que supuestamente pasa por debajo de los muros de Tacumbú y que en cualquier momento sería utilizada para una fuga masiva de los principales miembros de la organización criminal clan Rotela, recluidos en el sitio.
Cave señalar que esta facción dedicada al tráfico de drogas, especialmente el crack, es la que actualmente controla Tacumbú, donde se sospecha tienen un importante laboratorio donde procesan el productos que luego comercializan con los otros internos adictos a la sustancias. Al mismo tiempo existen sospechas de que los criminales han reclutado funcionarios penitenciarios para traficar el chespi fuera de los muros de Tacumbú, según mencionaron.
A raíz de aquella inquietante situación, agentes policiales y del Ministerio Público iniciaron los trabajos de verificación con apoyo de la municipalidad de Asunción y la Essap. Con ayuda de una máquina cavan un canal de tres metros de profundidad por dos de ancho a lo largo del muro ubicado sobre la calle México. Según los investigadores, esta es la única forma en que se puede confirmar o descartar definitivamente la presencia de algún túnel en aquel sector, pues con la llegada de las fiestas de fin de año, han aumentado los rumores sobre un supuesto plan de fuga masiva del principal reclusorio del país. Agentes de la Fiscalía también acompañan los trabajos.