El lapidario informe de la Dirección General de Control de Contrataciones Públicas de la Contraloría General de la República (CGR) detectó un sinfín de inconsistencias en las compras realizadas el año pasado por el intendente de Asunción, el cartista Óscar “Nenecho” Rodríguez, en plena crisis sanitaria y económica. Utilizando la pandemia del covid-19 como excusa, el jefe comunal capitalino procedió a transferir millonarios recursos a la Dirección General de Gestión y Reducción de Riesgos de Desastres (DGGRD) de la comuna.
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Esta dependencia municipal, a cargo de Nidia Rosa López (antigua funcionaria del Ministerio de Salud Pública, pero comisionada a la Municipalidad), comenzó a realizar una serie de compras con groseras irregularidades, según reveló el informe de 146 páginas del ente de control.
Algunas de las más cuestionadas anomalías son adquisiciones con pliegos deficientes y sin requisitos indispensables; falta de garantía sobre marca y procedencia de productos sanitarios supuestamente “delicados”, aparentes sobreprecios, etc.
Sin embargo, un punto que también detectó la CGR, y que podría considerarse hasta criminal, es que “Nenecho” adquirió alimentos sin verificar registros del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN). Los productos formaban parte de los kits supuestamente entregados a las familias pobres afectadas por las medidas sanitarias decretadas para mitigar la propagación del covid-19.
Los auditores del ente de control encontraron que el intendente compró y repartió sal, tomate, cebolla, locote, pollo y carnaza de primera sin que la proveedora La Comercial Asuncena SRL (Benicio Cano Torres) presentase el Registro Sanitario de Producto Alimenticio (RSPA) y el Registro de Establecimiento (RE) certificado por el INAN, dice el dictamen técnico.
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Igualmente, “Nenecho” distribuyó a las familias poroto y carnaza de primera proveída por el Grupo Orca SA (Manuel Luis Román Cabañas) sin registros. Esta última empresa tampoco presentó autorización de fabricación o distribución del aceite de girasol, arroz, azúcar, harina de trigo, fideo, yerba, leche entera en polvo, sal y pollo, de acuerdo al informe de la CGR.
Es decir, no se conoce la procedencia de los productos entregados como parte de kits de alimentos. Un punto llamativo es que Grupo Orca SA, según el contrato firmado por la comuna, hizo figurar específicamente que el aceite de girasol era de procedencia argentina, mientras los demás artículos de marca nacional, pero sin rastros en el mercado nacional.
Cova (Juan Rodríguez), la otra proveedora de alimentos, tampoco presentó certificados de procedencia de varios productos, señala el dictamen técnico.