Luciano Vargas, líder de la localidad, exhibió el título de la propiedad cuya extensión es de 840 hectáreas que fue adquirida y donada por una congregación religiosa misionera a la comunidad Fortuna en los años 80, que debido a la superpoblación decidió enviar a varias familias a ocuparla.
Vargas dijo que en su momento se ha presentado la denuncia correspondiente por la ocupación ilegal de las 150 hectáreas ante el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), pero como en tantas otras oportunidades no se constituyeron para indagar el caso. “Pero ahora queremos aprovechar esa ley contra las invasiones que nos viene muy bien, y por eso ya hicimos la denuncia ante la fiscalía contra los invasores” , manifestó el dirigente.
Hasta el lugar también llegó Antonio Vargas, líder de la colonia Fortuna, comunidad propietaria de las tierras según el título que mostró, y aseguró que la denuncia ya fue puesta a conocimiento de la dirección de derechos étnicos del INDI y ante el Ministerio Público.
Por su parte, Basilio Ramírez, quien es considerado invasor por los indígenas, refirió que cuenta con título de propiedad sobre unas 154 hectáreas de tierra que adquirió en el 2009 de Arnaldo Joel Duré Melgarejo, pero aclaró que ya revendió la mayor parte de la propiedad, quedándole 14 hectáreas. El mismo también dijo ya haber denunciado el hecho. “Los documentos ya están en la fiscalía, estamos cuatro dueños, están viniendo sus abogados para verificar la situación. Ellos (los indígenas) no tienen documento, no tienen nada”, aseguró.
Sobre las dos denuncias, la agente fiscal Elvia Chávez informó que está analizando la situación para asumir una postura sobre el caso.