Los comerciantes, especialmente de la gastronomía, quienes se ubicaron en los alrededores de la Basílica de Caacupé, esperan que a estas alturas ya se sintieran los ingresos, pero hoy confirmaron que la gente compra muy poco y que los que lo hacen, regatean.
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“Hay mucha gente, pero poco movimiento, no hay plata, no hay venta. Nuestros productos son baratitos, pero aún así la gente pide que se le baje precio, para que le sobre para su pasaje, así nos dicen. Es muy diferente la situación a la de antes de la pandemia”, manifestó una de las vendedoras de chipa.
“Tenemos chipa desde G. 2.000, G. 5.000 y G. 10.000; el vaso de cocido está a G. 3.000; la chipa con cocido cuesta G. 5.000 y tenemos un combo de G. 4.000″, informó.
“Viene mucha gente, pero hay poca venta. Todavía no se cobró el aguinaldo, estamos esperando”, indicó Petrona Ramírez.
“El movimiento comercial es muy poco. Los vendedores se preparan, pero con miedo a perder. Estamos expectantes a la gente para que venga a comprar”, aportó Javier, otro comerciante.
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El retorno de los peregrinos a Caacupé generó mucha expectativa en los comerciantes de la zona, debido a que en esta época del año es la más “fuerte” respecto a las ventas. Por el momento siguen esperando que la situación mejore.