Los posibles desalojos en puertas en Canindeyú

CURUGUATY. Los conflictos por tierra siguen causando inestabilidad en gran parte del departamento de Canindeyú. Varias propiedades ocupadas por presuntos sintierras están en la mira para ser desalojadas, solo se aguarda la decisión de la Policía para su realización.

Supuestos sintierras de la Estancia Pindó, una de las invasiones que tienen orden de desalojo pendiente.
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El caso más emblemático es el de la Estancia Pindó, perteneciente a la firma Perfecta SA, de más de 4.000 hectáreas, invadida hace 10 años por un grupo autodenominado sintierra de aproximadamente 300 familias. Los mismos siguen en el lugar a pesar de que recientemente perdieron la posibilidad de ser expropiada el predio al ser rechazado el pedido en la Cámara de Senadores.

En la colonia Mbatay, del distrito de Yasy Cañy, unas 130 familias se asentaron dentro de una propiedad de 15 hectáreas perteneciente a la firma Rincón Porã. En dicho lugar ya se llevaron a cabo varias intervenciones hasta la fecha, pero los ocupantes volvieron a ingresar.

Según Pascual Duarte, principal dirigente de los sintierra de ese lugar, se llegó a un acuerdo entre su organización y los propietarios para el cese de las hostilidades a cambio de que brinden tranquilidad a los trabajadores dentro de las 90 hectáreas colindantes, mientras se gestione la carta oferta para la compra de las 15 hectáreas ocupadas.

Otro de los puntos de conflicto en Canindeyú es un predio ocupado por indígenas dentro de la propiedad perteneciente a Principado Agropecuaria, en la zona de Corpus Christi. Los propietarios ya cuentan con las resoluciones judiciales a favor en las tres instancias, pero aún no se llevó a cabo el desalojo. La Policía no tiene ninguna fecha tentativa, y se presume que existen grandes intereses económicos que impiden el cumplimiento de las resoluciones judiciales.

En Tacuapí, Yasy Cañy, en la propiedad de Gerónimo Sanabria y Estela López, un grupo de 300 familias lideradas por Rubén Villalba, el exlíder de Marina Cue, permanece a la vera del inmueble de casi 2000 hectáreas luego de los dos desalojos que se llevaron a cabo en el mes de noviembre. En este último lugar ya se produjeron atentados, quema de maquinarias agrícolas y hasta una muerte, la de Edison Mercado. Pero a pesar de que los propietarios ya exhibieron los títulos de las tierras, los ocupantes se empecinan y mantienen firmes en volver a ingresar en las tierras.

Tanto propietarios como sectores campesinos se reunieron para conformar frentes de lucha por la tierra, acciones que pueden recrudecer el conflicto en el departamento de Canindeyú.

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