En febrero del 2014 la Itaipú Binacional aprobó G. 28.000 millones para el mejoramiento del Mercado 4. El plan tenía un plazo de ejecución de 30 meses (2 años y medio) y requería un total de G. 33.117 millones. La Municipalidad de Asunción, bajo la administración del entonces jefe comunal Arnaldo Samaniego (ANR) aportaría unos G. 5.000 millones.
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El proyecto comprendía la remodelación total del Mercado 4 y sus adyacencias; la adecuación del edificio principal, el mejoramiento de los puestos de venta y la creación de centros educativos para los hijos de los trabajadores del lugar.
Tras varios tropiezos, las obras comenzaron en 2015. Para eso 36 permisionarios fueron reubicados en parte de la calzada de la avenida Pettirossi en lo que serían “casillas temporales”.
Sin embargo, ante el lento avance de la obra, que ya tiene un atraso de cuatro años y medio, el espacio público en donde circulan miles de personas todos los días ha quedado reducido de forma permanente.
La entonces coordinadora del proyecto de mejoramiento, Teresa León, prometió en el 2014 que la afectación de la importante avenida solo se realizaría hasta fines del 2015.
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Suspendida ante falta de decisión política
Posteriormente, la obra de remodelación quedó suspendida durante varios meses, ya que la Comuna no cumplió con su parte del acuerdo y no consiguió reubicar a todos los permisionarios, según alegó Pedro Domaniczky, quien era director de la Coordinación Ejecutiva de la Itaipú en el 2016.
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En el 2017, con Mario Ferreiro como intendente asunceno, se decidió reiniciar los trabajos, con los permisionarios dentro del edificio e incluso debajo de la zona de obras. “Fue un acuerdo que se hizo para no perjudicarlos en sus tareas (…) La empresa contratista ha garantizado la seguridad”, alegaba Ferreiro, prometiendo un “nuevo mercado 4″ para el primer semestre del 2018.
Otra mentira
En el 2018, el coordinador de obras del Mercado 4, Omar Mendieta, dijo que se tenía prevista la finalización de la obra para el citado año, que estaba en la “tercera y última etapa”. Explicó que el trabajo era complicado porque los permisionarios seguían dentro del lugar.
La Comuna informó que la empresa encargada es Gueyraud Constructora, cuyo representante legal es Carlos Vicente Gueyraud.
En el 2019, uno de los bloques del comedor municipal en el edificio central, en donde funcionan 67 puestos de comida, fue inaugurado.
En total, unos 200 permisionarios fueron afectados en sus trabajos e ingresos por las obras, que se volvieron interminables.
Hasta ahora solo se ha terminado parte del edificio municipal y el recapado de la avenida Rodríguez de Francia. No obstante, no se ha visto ninguna mejoría en cuanto ordenamiento de las veredas y calles ocupadas en todo el mercado, así como la readecuación de manera que los bomberos o ambulancias puedan llegar a los diferentes puntos, como habían anunciado.
Mañana reasume el cargo de intendente Óscar Nenecho Rodríguez (ANR), quien ya estuvo en frente de la Comuna entre diciembre de 2019 y julio de 2020, y no hizo nada para mejorar la situación. El director del Mercado 4 desde hace seis años es Christian Bareiro, cuyo padrino político es el concejal reelecto Augusto Wagner (PLRA). El liberal realizó un pacto político con Rodríguez para conservar a Bareiro en su cargo.
Derrumbres e incendios
En setiembre del 2019 un derrumbe ocurrió en el edificio central del mercado, hacia el este, cerca de la calle República de Colombia. Afectó a dos casillas, cuyos trabajadores tuvieron un gran susto, ya que los escombros cayeron cuando estaban en el sitio. No hubo heridos.
Según el archivo de ABC, ya ocurrieron al menos 12 principios de incendios en el sitio comercial desde el 2014 hasta la fecha, afectando a casilleros, formales, vendedores y dueños. Muchos perdieron el ahorro de toda una vida de trabajo. El último incendio ocurrió el pasado 3 de noviembre, afectando a más de 50 permisionarios en la zona de la calle Battilana.
Permisionarios deprimidos
Leonardo Ojeda, permisionario y líder de vendedores, aseguró que muchos de los afectados que debían ser reubicados nunca fueron llevados a los contenedores temporales sobre Pettirossi, pese a las promesas, y que se quedaron sin nada. Aseguró que esto incluso afectó emocionalmente a varios que terminaron con depresión, ya que perdieron años de trabajo y sacrificio. Esta es la razón por la que un gran grupo de vendedores que se negó rotundamente a salir del edificio municipal en construcción, por miedo a quedarse sin su lugar y sabiendo que los trabajos municipales no cumplen los periodos prometidos.