“Actualmente muchos productores de la zona volvieron a apostar a este rubro. Lograron sembrar en la primera semana de octubre, sin embargo el exceso de lluvias en esa época perjudicó a algunos que tuvieron que realizar una resiembra. Si hablamos del desarrollo, actualmente hay zonas en donde ya están en estado vegetativo, algunos en emergencia y una última parte en siembra. Lo bueno es que hasta el momento no se están reportando problemas de plagas”, explicó la profesional.
Tecnificación de siembra
Un dato importante destacado por la ingeniera tiene que ver con la tecnificación de la siembra. “Este año ha crecido bastante la siembra mecanizada en las fincas de los productores familiares. En muchos casos las empresas han colaborado para esto, lo cual agilizó y alivianó enormemente el trabajo. Sin embargo, la baja fertilidad de los suelos, a causa de la poca práctica de la siembra directa en las fincas, es un punto a corregir”, explicó. “El año pasado se sembraron unas 75.000 hectáreas entre el sésamo confitero y el aceitero, de los cuales unas 40.000 corresponden a la agricultura familiar. Para esta campaña 2021/2022 la Cámara Paraguaya de Exportadores de Sésamo desea superar las 100.000 hectáreas”, agregó.
Siembra, monitoreo y comercialización
La ingeniera destacó tres puntos importantes en cuanto a siembra, monitoreo y comercialización. “Hay zonas en donde los productores siguen sembrando y deben tener en cuenta que si salen de la ventana de siembra sus cultivos serán más susceptibles a plagas y enfermedades. En cuanto a los productores que tienen sus cultivos en desarrollo, es importante que realicen monitoreos permanentes, observaciones y controles a tiempo. Finalmente, será importante que aquellos productores que no están asociados en comités o cooperativas, lo hagan para poder tentar un mejor precio por sus productos, pues cuando se negocia solo es más difícil”, finalizó.